
El aula tendrá un foro principal edificado con madera, un bastidor de acero y un muro verde que se alimentará mediante un filtro. También habrá mobiliario colocado sobre piso de cantera; todo esto rodeado de árboles.
Aquí los alumnos podrán trabajar y tomar clases en pizarrones inteligentes, proyectores, cámaras, Wi-Fi, conexiones eléctricas y sonido. Asimismo, habrá rampas que faciliten la movilidad a las personas que usen silla de ruedas.
Este salón de clase será utilizado también como foro y para realizar actividades culturales.
Se sabe que las construcciones que conviven con el medio ambiente mejoran la salud de quienes las habitan. A este fenómeno se le denomina bioarquitectura y se compone de estos cinco elementos:
· El primero es la iluminación natural que calcifica el cuerpo y no perturba la actividad cerebral como las luces blancas.
· El segundo es el contacto con zonas verdes, ya que esto elimina el estrés de sentirse encerrado.
· Los techos altos o el que no haya techos también ayuda a erradicar la sensación claustrofóbica y a mejorar los procesos creativos.
· El cuarto componente tiene que ver con los colores, pues, los verdes, azules y amarillos disminuyen los niveles de ansiedad.
· Por último, importa la forma que tiene la estructura, mientras más alargada y amplia sea, mejor es la salud mental de quien está dentro.
Considerando lo anterior, los salones al aire libre son una forma segura y saludable de ejercer la docencia y las actividades escolares. Cabe mencionar que se emplean menos materiales de construcción, por lo tanto, se contamina menos y se generan menos residuos.
