El sector financiero en el que se enmarca la actividad afianzadora no está exento de las réplicas de sus productos. A pesar de ser más un servicio que un producto tangible, se utiliza papelería y formatos en donde quedan asentadas las obligaciones y derechos a que las partes se están comprometiendo y, sobre todo, en donde se estipulan las cantidades que en dado momento podrá cobrar el beneficiario de la póliza bajo ciertas condiciones.

Creemos que en Aguascalientes difícilmente sucedería y tomamos por cierto cada documento que recibimos porque viene de manos conocidas. Sin embargo, de vez en cuando habría que hacer una pausa para ver con mayor detenimiento lo que se nos entrega. No porque esté impreso a color demos por hecho que podemos confiar.

¿Puede alguien sin saberlo, estar contratando una póliza de fianza sin respaldo? ¿Hueca? ¿De mentira?; Así es. Para empezar, y como recomendación para quien contrata una fianza, deberá hacerlo en oficinas que cuenten con la representación y autorización oficial de la compañía Afianzadora. También deberán contar con Cédula vigente para realizar la labor profesional como Agente de Fianzas, emitida por la Comisión Nacional de Seguros y de Fianzas, contar con seguro de responsabilidad civil por errores y omisiones, entre otras certificaciones.

Ahora bien, la parte del funcionario que se encuentra en la oficina de la dependencia y entre sus labores, está la de recibir la fianza. Son expertos en su área, ¿pero cómo podrían ellos identificar si están recibiendo un clon de póliza?; Muy fácil. Se llama Validación de la Fianza. Y es tan sencillo como buscar la página de la Compañía e ingresar algunos dígitos y datos que solicita el portal para que detecte si la póliza fue emitida o no por ellos. ¿Más fácil aún? Entrar a una página en donde aparecen todas la Afianzadoras autorizadas: www.amexig.com