Como ya sabemos la pintura de una casa es tan importante que hay una gran variedad de acabados que se pueden lograr con un bote de pintura y un pintor con experiencia. Aquí enlistamos algunos de los acabados más asombrosos que podemos lograr pintando una pared.
Combinación mate/satinada
En contraste a la combinación de colores existe la posibilidad de elegir un solo color y combinar acabados con distinto brillo.
- La pintura mate es la que utilizamos el 90% de las ocasiones, es una pintura sin brillo, que disimula los pequeños defectos que pueda tener una pared o un techo. El único inconveniente de este tipo de pintura es que no suele ser lavable.
- La pintura satinada tiene un ligero brillo y es lavable. Este tipo de pintura es muy elegante ya que refleja ligeramente la luz de nuestra vivienda y tiene un brillo “sedoso”. El inconveniente es que si la pared no está perfectamente lisa, las imperfecciones se notarán mucho más.
- La pintura brillo o alto brillo tiene un acabado muy brillante, nada recomendable para pintar paredes completas en una casa. Es una buena opción para utilizar puntualmente combinada con la pintura mate.
Estuco veneciano
Es una pasta o masa fabricada a partir de yeso, cal apagada y polvo de mármol, principalmente, y que se usa para enlucir paredes y techos, pero una vez añadimos una pigmentación o un tinte al estuco, ya no necesitamos pintar posteriormente la pared, pues hace al mismo tiempo las labores de enlucido y de pintura.
Para realizar este tipo de acabado debemos aplicar hasta tres capas de estuco con una llana de acero inoxidable dejando pasar los tiempos de secado especificados por el fabricante entre capa y capa, además deberemos ir quitando las rebabas que vayan formándose con una espátula de acero inoxidable (no utilizar herramientas de acero inoxidable puede dejar imperfecciones en la pintura). Una vez terminado este proceso, con la llana limpia y ejerciendo una ligera presión se debe bruñir la superficie, lo que eliminará las imperfecciones y dará un brillo natural al estuco, este proceso se denomina quemado. Si queremos lograr aún más brillo podemos aplicar una cera o sellador a la superficie.
Efecto arenoso
Actualmente podemos comprar sin demasiada dificultad botes de pintura con arena incluida, ya preparados para ayudarnos a lograr este efecto. Al trabajar con pinturas cargadas de áridos hay que tener en cuenta que la pintura es más densa y que por lo tanto no necesita muchas capas. Con una primera capa base con arena es suficiente, el resto de capas pueden ser otro tipo de pinturas con otros colores y brillos. Para lograr el efecto arenoso es recomendable aplicar la pintura con una brocha o paletina en diferentes direcciones, sin seguir ningún patrón.
Efectos metalizados
Este tipo de acabados resultan muy atractivos si se usan debidamente, no excediéndose nunca en su uso y teniendo muy en cuenta los reflejos que crean.
Como alternativa a los acabados metálicos reales, varios fabricantes de pintura decidieron empezar a incluir entre sus productos pinturas metalizadas. Estas pinturas suelen tener un acabado brillante por lo que es recomendable usarlas en muy pocas paredes a lo largo de la vivienda y siempre sobre superficies perfectamente lisas. Entre los efectos que podemos lograr con este tipo de pinturas, están el efecto oro y el efecto óxido, dos efectos muy llamativos, perfectos para pintar pequeñas zonas como, podría ser, una chimenea.
Faux bois o veteado
El nombre “faux bois” viene del francés, significa madera falsa y es una forma común de denominar todos aquellos acabados que intentan imitar la madera. El veteado es una técnica muy vistosa y mucho más sencilla de lo que puede parecer por los resultados. Para lograr los efectos de la pintura imitación de madera todo lo que necesitamos es la herramienta adecuado, el veteador. Esta curiosa herramienta nos permite crear vetas con una facilidad pasmosa en cualquier superficie que deseemos.
Para lograr este efecto se comienza con una primera capa base, una vez se haya secado, con un rodillo y siguiendo la dirección de la falsa veta se aplica una nueva capa con otro color que combine correctamente con la base. El momento clave para esta pintura llega cuando uno de los pintores comienza a pasar el veteador de arriba abajo por la pintura aún húmeda, creando el efecto del faux bois.