La Universidad de Yale ha colaborado con ONU Medio Ambiente y ONU-Hábitat para dar a conocer una "pequeña casa" con energía renovable. Con 22 metros cuadrados, la casa ecológica está diseñada para "probar el potencial para minimizar el uso de recursos naturales como el agua".
El prototipo fue presentado durante el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, construido a partir de materiales renovables de origen local y biológico. Si bien el primer prototipo está diseñado para el clima y el contexto de Nueva York, las futuras versiones se pueden adaptar a las condiciones específicas del sitio en todo el mundo. El diseño y la fabricación del módulo se llevó a cabo por Gray Organschi Architecture, quienes trabajan en asociación directa con el Yale Center for Ecosystems in Architecture.
El módulo ha sido diseñado para atender la demanda del sector de la vivienda sobre los recursos totales del planeta, que actualmente es del 40%. Los sistemas incorporados del esquema incluyen la generación de energía solar, la recolección de agua en el sitio, la iluminación natural, la purificación del aire a base de plantas y la ventilación pasiva cruzada. El interior contiene una gama de componentes flexibles y adaptables basados en la tendencia arquitectónica moderna micro de vivir inteligente.
Se espera que la población mundial llegue a los 10 mil millones en 2050, y con mil millones de personas viviendo en asentamientos informales, el proyecto representa el desafío para arquitectos y diseñadores para desarrollar comunidades que expandan la capacidad de manera sostenible y celebren la innovación en la construcción de sistemas e infraestructura.
Fotografía: Notimex
La terminal de contenedores, a cargo de Hutchison Ports, firma que abrirá actividades, una vez que concluya la migración a la modernizada estructura.
El Nuevo Puerto de Veracruz iniciará cuando concluya la construcción del rompeolas más grande de América Latina (de 4.3 kilómetros de longitud), y una vez que sean entregados a los concesionarios las áreas ganadas al mar y atraque el primer barco (a finales de junio).
La terminal de contenedores, a cargo de Hutchison Ports, firma que abrirá actividades, una vez que concluya la migración a la modernizada estructura.
Juan Ignacio Fernández Carbajal, director general de la Administración Portuaria Integral de Veracruz, explicó los retos financieros, ambientales y de ingeniería a los que se enfrentaron para concretar el proyecto, que en su primera etapa prevé una inversión de 35 mil millones de pesos, que permitirá aumentar la capacidad de 28 millones de toneladas de carga a 95 millones de toneladas anuales.
Fotografía: Notimex
El puerto, inaugurado el 6 de marzo de 1902 por el entonces presidente Porfirio Díaz, está limitado en su crecimiento por la falta de espacio para recibir embarcaciones de nueva generación, así como para ampliar su capacidad, por lo que enfrenta saturación en diversos tipos de carga, como en contenedores y automóviles.“Obviamente no se podía ampliar el puerto actual, que tiene 116 años, fue hecho en otras condiciones, de embarcaciones de 60 metros, y ahora estamos hablando de naves hasta de 400 metros”, dijo Fernández Carbajal; por ejemplo, la dársena de ciaboga (círculo de evolución de maniobras que sigue un barco en su entrada al puerto) es de 500 metros, insuficiente para las nuevas embarcaciones.
Una vez completada la obra, se estima que el Nuevo Puerto de Veracruz tenga 35 posiciones de atraque y dos dársenas de ciaboga, con 600 y 800 metros y la posibilidad de contar con 20 metros de profundidad.
Ante los recortes presupuestales, el reto para la obra, considerada la más importante en 100 años, fue obtener recursos. Fernández Carbajal explicó: “Cuando comenzamos a tener ciertos problemas económicos, cambiamos el modelo; a la fecha la mezcla de recursos es totalmente diferente, pues de esos 35 mil millones la Federación y la Administración Portuaria solo pusieron 7 mil millones y los 28 mil millones restantes son de la iniciativa privada”.
En 2017 fue licitada y adjudicada la construcción de las cinco terminales que albergará el nuevo puerto, y de acuerdo con Francisco Liaño, gerente de ingeniería de la API Veracruz, en marzo los terrenos ganados al mar serán cedidos a los dos primeros concesionarios: IEnova y Pinfra, para la construcción de las terminales de fluidos y carga mixta, en tanto que en mayo se entregarán las áreas para la terminal de granel agrícola a la empresa Gramosa y los de granel mineral a Grupo Logra.
La terminal de contenedores, a cargo de la hongkonesa Hutchison Ports, será la primera empresa en operar en el nuevo puerto una vez que concluya la migración del actual, proyecto al que destina una inversión de 450 millones de dólares. El primer barco a esta terminal se espera para el próximo 30 de junio.
El más grande de AL La construcción del rompeolas requirió una inversión cercana a 3 mil millones de pesos y es parte de un gran trabajo de ingeniería y de logística, ya que se movilizaron 10 millones de metros cúbicos de piedra, lo que implicó el manejo hasta de 27 mil camiones diarios.
La función del rompeolas es crear un área de calma para que los barcos puedan atracar, destacó Jorge Enrique Baños, subgerente de desarrollo y ejecución de proyectos de la Administración Portuaria Integral de Veracruz.
El rompeolas está construido de piedra; hay rocas de 20 kilos a 200 en la capa de núcleo; las más grandes son de tres toneladas y media. Tienen elementos de concreto para fungir como una coraza.
El Nuevo Puerto de Veracruz se construye en la zona aledaña del Parque Marino Sistema Arrecifal Veracruzano, un área natural protegida de gran importancia formada por arrecifes coralinos, explicó Francisco Javier Matos Hernández, coordinador y superintendente del proyecto de acreditación ambiental.
Para la construcción de la nueva infraestructura, la Administración Portuaria fue obligada al rescate y reubicación de dichos arrecifes; esta tarea fue emprendida desde hace dos años por cerca de 153 pescadores, los cuales fueron capacitados en buceo y en el rescate de colonias coralinas.
Las autoridades ambientales exigían 70 por ciento, explicó Matos. Para esa tarea los pescadores realizaron cerca de 3 mil viajes, certificados por la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Veracruzana. Estas actividades ya son ejemplo mundial sobre el rescate de arrecifes.
Con información de CMIC.ORG
La edificación de la terminal del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) será una de las más complejas en la historia reciente de nuestro país, ya que el diseño de Norman Foster y Fernando Romero supone un techo que permite el paso de la luz en la mayor parte de sus 760,000 m2.
Para ello, la compañía alemana Kalzip —ahora parte de Tata Steel— prepara una propuesta de ensamble de la estructura de aluminio que soportará el material traslúcido del techo en el nuevo aeropuerto.
"Hemos trabajado en proyectos como el Estadio BBVA Bancomer en Monterrey y el Santuario de los Mártires de Cristo en Guadalajara", refiere Tony Mills, director comercial de Kalzip.
Su experiencia de trabajo previa con Norman Foster, diseñador del NAICM, en proyectos como el Centro de Congresos de Valencia en España, le permitió a la empresa ser considerada para colaborar.
"El aluminio es un material que resiste perfectamente lo mismo inclemencias del tiempo y el uso continuo en exteriores; tenemos obras instaladas en la década de 1960 cuyos recubrimientos de aluminio siguen en excelente estado", añade Mills.
Kalzip lleva un par de años trabajando con el arquitecto británico y su contraparte mexicana Fernando Romero la estructura de aluminio que soportará el material semitransparente del techo.
"No usamos soldaduras ni atornillamientos entre las piezas de aluminio. Emplea uniones a presión empleando un mecanismo similar al de un zipper", comenta.
El reto para Kalzip en el proyecto del NAICM consiste en crear estructuras de aluminio que sirvan como soporte al material del techo y drenaje para el agua de lluvia, además de mantener condiciones de baja dilatación térmica y resistencia a los temblores, sin mencionar el diseño curvo y las grandes superficies del techo de la terminal aérea.
"El diseño de Norman Foster —generoso en formas curvas— nos hizo aplicar a fondo nuestra experiencia en el diseño de estructuras con curvas tridimensionales de aluminio y en proyectos similares como la terminal cinco del aeropuerto londinense de Heathrow, así como el nuevo edificio del aeropuerto de Barajas en Madrid", comenta.
La construcción de la nueva terminal durará poco más de tres años y medio. Kalzip colaborará directamente con un contratista —cuyo nombre declinó mencionar— y empezará a trabajar en cuanto el avance de la obra lo haga posible.
Fuente: Obras Web
La Universidad de Yale ha colaborado con ONU Medio Ambiente y ONU-Hábitat para dar a conocer una "pequeña casa" con energía renovable. Con 22 metros cuadrados, la casa ecológica está diseñada para "probar el potencial para minimizar el uso de recursos naturales como el agua".
El prototipo fue presentado durante el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, construido a partir de materiales renovables de origen local y biológico. Si bien el primer prototipo está diseñado para el clima y el contexto de Nueva York, las futuras versiones se pueden adaptar a las condiciones específicas del sitio en todo el mundo. El diseño y la fabricación del módulo se llevó a cabo por Gray Organschi Architecture, quienes trabajan en asociación directa con el Yale Center for Ecosystems in Architecture.
El módulo ha sido diseñado para atender la demanda del sector de la vivienda sobre los recursos totales del planeta, que actualmente es del 40%. Los sistemas incorporados del esquema incluyen la generación de energía solar, la recolección de agua en el sitio, la iluminación natural, la purificación del aire a base de plantas y la ventilación pasiva cruzada. El interior contiene una gama de componentes flexibles y adaptables basados en la tendencia arquitectónica moderna micro de vivir inteligente.
Se espera que la población mundial llegue a los 10 mil millones en 2050, y con mil millones de personas viviendo en asentamientos informales, el proyecto representa el desafío para arquitectos y diseñadores para desarrollar comunidades que expandan la capacidad de manera sostenible y celebren la innovación en la construcción de sistemas e infraestructura.
Fotografía: Notimex
La terminal de contenedores, a cargo de Hutchison Ports, firma que abrirá actividades, una vez que concluya la migración a la modernizada estructura.
El Nuevo Puerto de Veracruz iniciará cuando concluya la construcción del rompeolas más grande de América Latina (de 4.3 kilómetros de longitud), y una vez que sean entregados a los concesionarios las áreas ganadas al mar y atraque el primer barco (a finales de junio).
La terminal de contenedores, a cargo de Hutchison Ports, firma que abrirá actividades, una vez que concluya la migración a la modernizada estructura.
Juan Ignacio Fernández Carbajal, director general de la Administración Portuaria Integral de Veracruz, explicó los retos financieros, ambientales y de ingeniería a los que se enfrentaron para concretar el proyecto, que en su primera etapa prevé una inversión de 35 mil millones de pesos, que permitirá aumentar la capacidad de 28 millones de toneladas de carga a 95 millones de toneladas anuales.
Fotografía: Notimex
El puerto, inaugurado el 6 de marzo de 1902 por el entonces presidente Porfirio Díaz, está limitado en su crecimiento por la falta de espacio para recibir embarcaciones de nueva generación, así como para ampliar su capacidad, por lo que enfrenta saturación en diversos tipos de carga, como en contenedores y automóviles.“Obviamente no se podía ampliar el puerto actual, que tiene 116 años, fue hecho en otras condiciones, de embarcaciones de 60 metros, y ahora estamos hablando de naves hasta de 400 metros”, dijo Fernández Carbajal; por ejemplo, la dársena de ciaboga (círculo de evolución de maniobras que sigue un barco en su entrada al puerto) es de 500 metros, insuficiente para las nuevas embarcaciones.
Una vez completada la obra, se estima que el Nuevo Puerto de Veracruz tenga 35 posiciones de atraque y dos dársenas de ciaboga, con 600 y 800 metros y la posibilidad de contar con 20 metros de profundidad.
Ante los recortes presupuestales, el reto para la obra, considerada la más importante en 100 años, fue obtener recursos. Fernández Carbajal explicó: “Cuando comenzamos a tener ciertos problemas económicos, cambiamos el modelo; a la fecha la mezcla de recursos es totalmente diferente, pues de esos 35 mil millones la Federación y la Administración Portuaria solo pusieron 7 mil millones y los 28 mil millones restantes son de la iniciativa privada”.
En 2017 fue licitada y adjudicada la construcción de las cinco terminales que albergará el nuevo puerto, y de acuerdo con Francisco Liaño, gerente de ingeniería de la API Veracruz, en marzo los terrenos ganados al mar serán cedidos a los dos primeros concesionarios: IEnova y Pinfra, para la construcción de las terminales de fluidos y carga mixta, en tanto que en mayo se entregarán las áreas para la terminal de granel agrícola a la empresa Gramosa y los de granel mineral a Grupo Logra.
La terminal de contenedores, a cargo de la hongkonesa Hutchison Ports, será la primera empresa en operar en el nuevo puerto una vez que concluya la migración del actual, proyecto al que destina una inversión de 450 millones de dólares. El primer barco a esta terminal se espera para el próximo 30 de junio.
El más grande de AL La construcción del rompeolas requirió una inversión cercana a 3 mil millones de pesos y es parte de un gran trabajo de ingeniería y de logística, ya que se movilizaron 10 millones de metros cúbicos de piedra, lo que implicó el manejo hasta de 27 mil camiones diarios.
La función del rompeolas es crear un área de calma para que los barcos puedan atracar, destacó Jorge Enrique Baños, subgerente de desarrollo y ejecución de proyectos de la Administración Portuaria Integral de Veracruz.
El rompeolas está construido de piedra; hay rocas de 20 kilos a 200 en la capa de núcleo; las más grandes son de tres toneladas y media. Tienen elementos de concreto para fungir como una coraza.
El Nuevo Puerto de Veracruz se construye en la zona aledaña del Parque Marino Sistema Arrecifal Veracruzano, un área natural protegida de gran importancia formada por arrecifes coralinos, explicó Francisco Javier Matos Hernández, coordinador y superintendente del proyecto de acreditación ambiental.
Para la construcción de la nueva infraestructura, la Administración Portuaria fue obligada al rescate y reubicación de dichos arrecifes; esta tarea fue emprendida desde hace dos años por cerca de 153 pescadores, los cuales fueron capacitados en buceo y en el rescate de colonias coralinas.
Las autoridades ambientales exigían 70 por ciento, explicó Matos. Para esa tarea los pescadores realizaron cerca de 3 mil viajes, certificados por la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Veracruzana. Estas actividades ya son ejemplo mundial sobre el rescate de arrecifes.
Con información de CMIC.ORG
La edificación de la terminal del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) será una de las más complejas en la historia reciente de nuestro país, ya que el diseño de Norman Foster y Fernando Romero supone un techo que permite el paso de la luz en la mayor parte de sus 760,000 m2.
Para ello, la compañía alemana Kalzip —ahora parte de Tata Steel— prepara una propuesta de ensamble de la estructura de aluminio que soportará el material traslúcido del techo en el nuevo aeropuerto.
"Hemos trabajado en proyectos como el Estadio BBVA Bancomer en Monterrey y el Santuario de los Mártires de Cristo en Guadalajara", refiere Tony Mills, director comercial de Kalzip.
Su experiencia de trabajo previa con Norman Foster, diseñador del NAICM, en proyectos como el Centro de Congresos de Valencia en España, le permitió a la empresa ser considerada para colaborar.
"El aluminio es un material que resiste perfectamente lo mismo inclemencias del tiempo y el uso continuo en exteriores; tenemos obras instaladas en la década de 1960 cuyos recubrimientos de aluminio siguen en excelente estado", añade Mills.
Kalzip lleva un par de años trabajando con el arquitecto británico y su contraparte mexicana Fernando Romero la estructura de aluminio que soportará el material semitransparente del techo.
"No usamos soldaduras ni atornillamientos entre las piezas de aluminio. Emplea uniones a presión empleando un mecanismo similar al de un zipper", comenta.
El reto para Kalzip en el proyecto del NAICM consiste en crear estructuras de aluminio que sirvan como soporte al material del techo y drenaje para el agua de lluvia, además de mantener condiciones de baja dilatación térmica y resistencia a los temblores, sin mencionar el diseño curvo y las grandes superficies del techo de la terminal aérea.
"El diseño de Norman Foster —generoso en formas curvas— nos hizo aplicar a fondo nuestra experiencia en el diseño de estructuras con curvas tridimensionales de aluminio y en proyectos similares como la terminal cinco del aeropuerto londinense de Heathrow, así como el nuevo edificio del aeropuerto de Barajas en Madrid", comenta.
La construcción de la nueva terminal durará poco más de tres años y medio. Kalzip colaborará directamente con un contratista —cuyo nombre declinó mencionar— y empezará a trabajar en cuanto el avance de la obra lo haga posible.
Fuente: Obras Web