Sin embargo, problemas relacionados con la seguridad, disponibilidad de la información y la escalabilidad de la infraestructura llevaron a que las iniciativas para la planificación de sus infraestructuras digitales críticas se convirtieran en el foco real de sus prioridades. En este sentido, el centro de datos es en realidad la base de toda la cadena de valor de una economía digital.
Hay algunas tendencias que están consolidando la automatización, el almacenamiento y la escalabilidad como requerimientos claves para el sector y otros como la sostenibilidad, la distribución geográfica, integración con sistemas Cloud o la recuperación frente a desastres están cada vez más presentes y empiezan a posicionarse dentro los estándares.
1. Automatización para evitar las tareas repetitivas.
La tendencia son centros de datos cada vez más inteligentes y automatizados, liberando al personal de tareas manuales. Automatiza los procedimientos rutinarios, tales como las actualizaciones y el reporting. Permite cumplir los procesos y controles del centro de datos de acuerdo con las normas y políticas, produce y programa todas las tareas de planificación y supervisión del centro de procesamiento de datos (CPD).
2. Almacenamiento: auge del multicloud y se acelera el edge.
Los contenedores y las aplicaciones nativas en la nube han definido el almacenamiento, ya sea de manera física o en la nube, almacenando datos no estructurados, la tarea debe ser sencilla y dinámica para no complicar las labores de IT, sino por el contrario, agilizarlas.
Seguirán predominando las estrategias multicloud para el almacenamiento empresarial: de esta manera, se incrementa la movilidad de los datos entre múltiples nubes. Crecerá el uso de soluciones de almacenamiento definido por software. Cada vez habrá más opciones de almacenamiento nativas de contenedores y se acelera el almacenamiento en el edge computing, ante el incremento del uso de dispositivos IoT.
3. Escalabilidad: prepararse para crecer.
Para que un sistema sea capaz de aumentar sus recursos sin disminuir su rendimiento debe ser escalable. Una arquitectura de negocio escalable, diseñada para las cargas de trabajo modernas, capaces de llevar a cabo incorporaciones fáciles para las nubes híbridas. Los servicios en la nube deberán soportar un crecimiento acelerado, ya que es muy difícil y casi imposible prever el grado de uso que una empresa puede demandar en un determinado momento, durante un periodo de tiempo considerado.