Por: Ing. Javier Agustín Navarro
El transporte es uno de los sectores clave para el desarrollo económico, social y ambiental de cualquier país. Sin embargo, también es uno de los mayores responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación del aire y el ruido, que afectan negativamente a la salud y al bienestar de las personas y del planeta. Por ello, es necesario buscar soluciones innovadoras que permitan un transporte más limpio, seguro y eficiente, que contribuya a la transición hacia una economía baja en carbono y a la mitigación del cambio climático. En este artículo, vamos a explorar algunas de las tendencias de innovación en transporte que están emergiendo en el mundo, como la electromovilidad, el hidrógeno verde y los transportes autómatas, y cómo pueden transformar la movilidad del futuro.
– Electromovilidad: Se refiere al uso de vehículos eléctricos, que funcionan con baterías recargables o celdas de combustible, en lugar de motores de combustión interna que usan combustibles fósiles. La electromovilidad tiene varias ventajas, como reducir las emisiones de CO2 y otros contaminantes, mejorar la eficiencia energética, disminuir los costos de operación y mantenimiento, y diversificar las fuentes de energía. Sin embargo, también enfrenta algunos retos, como el desarrollo de infraestructura de recarga, el abastecimiento de materias primas para las baterías, el reciclaje de los componentes, y la integración con el sistema eléctrico. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), América Latina y el Caribe es una de las regiones con menor incorporación de vehículos eléctricos en el mundo, pero también una de las que tiene mayor potencial, debido a su matriz eléctrica limpia y a sus mecanismos regulatorios.
– Hidrógeno verde: Se refiere al hidrógeno que se produce a partir de fuentes de energía renovables, como la eólica o la solar, mediante un proceso de electrólisis que separa el agua en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno verde se puede usar como combustible para vehículos eléctricos con celdas de combustible, que generan electricidad al combinar el hidrógeno con el oxígeno del aire, produciendo solo agua como residuo. El hidrógeno verde tiene la ventaja de ser una fuente de energía limpia, versátil y almacenable, que puede aplicarse a diversos modos de transporte, especialmente los que requieren alta demanda energética o largas distancias, como los camiones, los buses o los trenes. Sin embargo, también presenta algunos desafíos, como el alto costo de producción, el transporte y la distribución, la seguridad y la estandarización. Según el Ministerio de Energía de Chile, el país tiene una de las mejores condiciones del mundo para producir hidrógeno verde, y se ha propuesto como meta ser el productor más barato y el principal exportador de este combustible en 2030.
Transportes autómatas: Se refiere al uso de vehículos que pueden operar sin la intervención humana, gracias a sistemas de inteligencia artificial, sensores, cámaras y comunicación inalámbrica, que les permiten percibir el entorno, tomar decisiones y ejecutar acciones. Los transportes autómatas tienen el potencial de mejorar la seguridad vial, al reducir los accidentes causados por errores humanos, optimizar el tráfico, al coordinar los flujos y evitar los atascos, y aumentar la accesibilidad, al ofrecer servicios de movilidad a personas que no pueden conducir. No obstante, también implican algunos riesgos, como la vulnerabilidad a los ataques cibernéticos, la responsabilidad legal en caso de fallos, la pérdida de empleos en el sector transporte, y la aceptación social de la tecnología. Según un estudio de la Universidad de Stanford, los vehículos autónomos podrían ahorrar hasta 585.000 millones de dólares al año en costos sociales, ambientales y económicos, si se implementan de forma masiva y regulada en todo el mundo.
En conclusión, el transporte es un sector que está experimentando una profunda transformación, impulsada por la innovación tecnológica y la conciencia ambiental. La electromovilidad, el hidrógeno verde y los transportes autómatas son algunas de las tendencias que están marcando el rumbo de la movilidad del futuro, con beneficios tanto para el sector transporte como para la sociedad en general. Sin embargo, también suponen desafíos que requieren de una visión estratégica, una coordinación intersectorial, una inversión sostenible y una participación ciudadana. ¿Estamos preparados para este cambio? ¿Qué oportunidades y riesgos implica para nuestra región? ¿Qué acciones podemos tomar para aprovechar al máximo el potencial de estas innovaciones? Estas son algunas de las preguntas que debemos hacernos como actores involucrados en el desarrollo del transporte, y que esperamos haber contribuido a responder con este artículo.