El uso de la iluminación LED se ha generalizado y en la arquitectura ha resultado de gran utilidad para resaltar elementos decorativos y funcionales a con un bajo costo energético.
Desarrollada a partir de pequeños filamentos capaces de irradiar luz de distintas intensidades, esta tecnología se utilizó primero como indicador en pequeños dispositivos electrónicos, pero sus ventajas lo trasladaron a más campos útiles hasta llegar a la iluminación arquitectónica.
Entre las ventajas de esta fuente de luz se encuentran el bajo consumo de energía, un tiempo de vida prolongado, soporta las vibraciones y es posible colocarlos tanto en espacios reducidos como de mayor amplitud.
Este tipo de tecnología continúa desarrollándose, se ha podido incorporar el uso de fibra óptica a este tipo de iluminación y su uso se generaliza para la decoración de espacios arquitectónicos.