En el Bosque de Barvikha, a tres kilómetros de Moscú, está localizada Capital Hill, la única residencia privada concluida de la desaparecida arquitecta anglo-iraquí, Zaha Hadid.
La residencia es propiedad del empresario Vladislav Doronin, dueño de la firma de pensiones Capital Group; de la desarrolladora inmobiliaria internacional OKO Group, y de la cadena de hoteles de lujo Aman.
La idea de Capital Hill surgió por primera vez hace más de una década, después de que un proyecto residencial en colaboración con Hadid y Doronin no recibiera la aprobación del gobierno de Moscú, el empresario que quería trabajar con ella le pidió a la arquitecta hacer una casa para él.
La construcción comenzó en 2006 y tuvo una duración de 12 años. Cuenta con 10,000 metros cuadrados y 22 metros de altura.
Tiene tres pisos incrustados parcialmente en el terreno inclinado y las fachadas de vidrio están en un ángulo que apunta hacia el bosque. Los techos son anchos, con bordes escalonados irregulares que sobresalen de las paredes de vidrio de cada piso.
La planta baja tiene un salón y sala de estar. La cocina se encuentra junto a estos espacios de entretenimiento. En el primer piso están las habitaciones y la biblioteca.
Pero el verdadero atractivo es la suite principal. De acuerdo con Doronin, él quería que lo primero que viera en las mañanas fuera el cielo azul y no a los vecinos, por lo que la altura de la casa brinda privacidad completa.
La habitación principal se ubica sobre un tallo de concreto delgado y se eleva a 22 metros del suelo y por encima de las copas de los árboles del bosque. Las paredes son acristaladas, remetidas desde el borde del suelo para crear dos balcones que las vistas espectaculares de la naturaleza.
Una franja de acristalamiento reticulado recorre todo el largo de la columna de soporte de la suite, que contiene un ascensor de vidrio y la escalera que le permite a Doronin disfrutar de la vista del bosque al subir o bajar.
Gran parte de los 140 millones de dólares que costó la casa, yacen bajo tierra, con niveles subterráneos en los que hay una piscina de 20 metros, spa, gimnasio, jardín japonés e incluso un club nocturno.