El acero laminado en caliente, fabricado con fines estructurales, se denomina como acero estructural al carbono, con límite de fluencia de doscientos cincuenta (250) mega pázcales (2549 Kg. /cm2). Según su forma el acero estructural, se clasifica en:
Perfiles estructurales: son Piezas de acero laminado cuya sección transversal puede ser en Forma de H, T, I, ángulo o canal.
Barras: estas son Piezas de acero laminado, en donde su sección transversal en todos los tamaños puede ser hexagonal, cuadrada o circular; su ancho es de 150 milímetros como máximo y soleras con espesor de 5 milímetros o mayor.
Planchas: es un producto plano de acero laminado en caliente con anchos de 203 milímetros y 1219 milímetros, y espesores mayores de 5,8 milímetros y mayores de 4,5 milímetros, respectivamente.
Entre sus propiedades encontramos:
Oxidación: este se oxida por la acción de oxigeno del aire.
Ductilidad: es la capacidad de convertirse en hilos, por esfuerzo de tracción.
Tenacidad: es la resistencia a la rotura por tracción.
Elasticidad: es cuando el acero al dejar de aplicársele alguna fuerza, se recupera a su forma original.
Flexibilidad: es la capacidad de doblarse y recuperarse al aplicarle un momento flector.
Plasticidad: es la propiedad que tiene los aceros de fluir, al dejar de aplicársele cargas no se recupera.
Resistencia: capacidad de formular energía al deformarse.
Fundibilidad: aquí llega a estado líquido. Resistencia: viene siendo el esfuerzo máximo que resiste un material antes de romperse.