Elementos de la arquitectura gótica


Francia es la cuna de la arquitectura gótica y desde aquel país se difunde por toda Europa. El arte Gótico se desarrolla en Europa Occidental desde la segunda mitad del siglo XII hasta fines del siglo XV, sustituido por el Renacimiento. 

Arco ojival

El arco ojival constituye uno de las principales señas de identidad de la arquitectura gótica. Un arco ojival está formado por dos tramos de arco simétricos que finalizan en un ángulo central en la clave. Su empleo se basa en que el arco ojival proporciona una mayor sensación de altura y verticalidad que el arco de medio punto, característico del estilo Románico.

Bóveda de crucería

La bóveda de crucería es considerada como uno de los elementos diferenciadores de la arquitectura gótica. Una bóveda de crucería se genera por la intersección (cruce) de dos bóvedas de cañón dispuestas perpendicularmente en el espacio, de ahí su nombre. Generalmente, las bóvedas de crucería cuentan con nervios dispuestos diagonalmente que se cruzan en la clave.

La bóveda está integrada por dos elementos diferentes: los arcos y los plementos. Los primeros son los que le proporcionan el “esqueleto”, mientras que los segundos se encargan de cubrir el espacio entre arcos. La plementería suele ser de piedra o ladrillo. La bóveda de crucería permite la transmisión de los empujes generados por la estructura a los contrafuertes externos.

Contrafuertes

Los contrafuertes son refuerzos verticales en el paramento de un muro, normalmente construidos hacia el exterior, los cuales sirven para aumentar su estabilidad y transmitir las cargas transversales a la cimentación. El origen histórico de los contrafuertes se fundamenta en la necesidad de soportar la componente horizontal de la carga que origina una bóveda.

Arbotantes

Los arbotantes son elementos estructurales con forma de medio arco situados en el exterior del edificio, cuya función es la transmisión del empuje de la bóveda al contrafuerte, el cual a su vez, lo transmitirá a la cimentación. El arbotante es considerado uno de los principales sellos de identidad de la arquitectura gótica, junto con la bóveda de crucería y el arco ojival.

Pináculos

El pináculo es un remate en forma cónica o piramidal que corona el contrafuerte, cumpliendo una doble función: ornamental y estructural, ya que su peso estabiliza las fuerzas oblicuas procedentes de los arbotantes, centrando la fuerza vertical en los contrafuertes y contrarrestando los empujes laterales. Su empleo aporta, además, sensación visual de altura al edificio, al acabar en punta.

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