Central Park, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Nueva York se ha convertido en un pabellón contra el coronavirus, mientras que en un centro de convenciones de Manhattan alberga un hospital improvisado.
Para triplicar la capacidad hospitalaria, se ha tomado la decisión de que los espacios públicos sean utilizados para refugiar pacientes.
En tanto, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo dijo lo siguiente: “Las camas las podemos encontrar. No es fácil, pero se puede. Los elementos más difíciles son el personal y los suministros”.
Cabe mencionar que el mandatario estatal prevé que el punto más alto del brote esté entre siete y 30 días de distancia.