En la ciudad de Doha, ubicada en Catar, se inauguro el Museo Nacional de Catar, el cual está inspirado en la "rosa del desierto" y fue diseñado por el arquitecto francés Jean Nouvel, la ceremonia contó con la presencia del primer ministro francés, Edouard Philippe, y el emir Tamim bin Hamad Al Zani, para convertirse en un edificio emblemático de la capital catarí.
Desde el 28 de marzo se abrieron las puertas del Museo Nacional de Catar, al público en general y se espera tener 10,000 visitantes al día.
El museo tiene un costo estimado de 434 millones de dólares y una superficie aproximada de 40,000 metros cuadrados, compuestos por 539 discos de color blanco entrelazados entre sí que crean la estructura del museo a imagen y semejanza de las formaciones rocosas en las que se inspira.
El recinto busca ser una obra emblemática a nivel mundial, al igual que el Museo Louvre de Abu Dabi, mismo que abrió sus puertas en el país vecino, los Emiratos Árabes Unidos, el año pasado. Sin embargo, Ahmad Al Namla, director ejecutivo de los Museos de Catar, aseguró que el Museo Nacional no pretende competir con otros, sino que es un reflejo de "su propia inspiración: la rosa del desierto".
El diseño busca evocar el desierto y los orígenes nómadas de Catar, al mismo tiempo que refleja el espíritu de la era contemporánea que llegó con el descubrimiento del petróleo y el gas, así como las ambiciones del pequeño emirato de cara al futuro como centro artístico y energético.
La entrada del museo recibe a los visitantes con 114 esculturas y fuentes en una laguna de 900 metros de largo, en un espacio en el que las curvas buscan ser "como las dunas del desierto", señaló el arquitecto autor Jean Nouvel.
En el interior del museo, los visitantes serán guiados de forma interactiva a través de 1.5 kilómetros por las 11 galerías permanentes, haciendo un recorrido temporal desde la formación de la península catarí hace millones de años hasta el presente, conociendo el patrimonio y legado de Catar.
Las galerías cuentan con exposiciones audiovisuales compuestas por pantallas, mapas, sistema de sonido y otros elementos para que la experiencia sea lo más sensorial posible.
Entre las piezas más destacadas que se encuentran expuestas, hay una alfombra del siglo XIX adornada con 1.5 millones de perlas del golfo Pérsico.