Arquitectura e ingeniería en la creación de infraestructura 

Por: MSc. Arch. Urb. Raúl Martínez 

La relación laboral entre arquitectos e ingenieros civiles es compleja, a menudo inexistente o tensa desde la etapa formativa. Sin embargo, en el ámbito laboral, se observa cómo su sinergia contribuye al desarrollo del entorno urbano. Arquitectos e ingenieros colaboran estrechamente en el diseño y construcción de edificios y proyectos de diversos tipos, desde viviendas, edificios complejos así como infraestructura. Su colaboración es esencial para garantizar que una estructura no sólo sea estéticamente agradable sino también funcional, segura y cumpla con todas las normativas pertinentes. 

Una relación laboral idónea entre ingenieros y arquitectos es aquella que se da desde las primeras etapas de proyecto; desde la etapa conceptual del diseño, su desarrollo posterior, documentación para construcción, la construcción misma así como el mantenimiento post-construcción. Desde muy tempranas etapas los arquitectos toman en cuenta gran cantidad de información para realizar un diseño funcional y estético, donde las configuraciones espaciales sean confortables y agradables mientras que la etapa de ingeniería provee información sobre la viabilidad del diseño, considerando factores como la integridad estructural. Aunque es importante tomar en cuenta que las responsabilidades de ambas partes crecen proporcionalmente a la complejidad del proyecto. 

Proyectos de infraestructura 

El desarrollo de proyectos de infraestructura implica también un enfoque multidisciplinario en el que arquitectos e ingenieros colaboran estrechamente desde el concepto inicial hasta la finalización del proyecto. Los proyectos de infraestructura pueden incluir carreteras, puentes, túneles, sistemas de suministro de agua e instalaciones de transporte público entre otros. En cualquiera de los casos tanto la parte de arquitectura como la parte de ingeniería necesariamente tienen que ser expertos en el tema de infraestructura que se está tratando, para ello existen especialidades debido a la complejidad de los proyectos. 

Por ejemplo plantemos un escenario donde Aguascalientes requiere de un nuevo método de transporte público, algo similar al metrobús de Ciudad de México. El proyecto requiere arquitectos para el desarrollo de estaciones y terminales, los planeadores urbanos para la planeación de la zona de desarrollo donde se integrara el sistema, considerando usos de suelo e impacto a nivel local, arquitectos paisajistas desarrollaran todos los espacios exteriores de las estaciones considerando el impacto ambiental que estas puedan tener. Los ingenieros civiles calcularan los elementos requeridos para su funcionalidad y durabilidad, ingenieros geotécnicos darán datos sobre el suelo importantes para el desarrollo de las cimentaciones, ingenieros en transporte optimizaran las rutas, analizaran flujos y determinaran la mejor solución para el circuito y la lista continua.

Es en este tipo de proyectos donde la relación entre estas profesiones es más estrecha y es en una buena la comunicación efectiva es clave. Los arquitectos e ingenieros deben comprender las perspectivas y limitaciones de cada uno para tomar decisiones informadas que beneficien al proyecto en su conjunto. Esto a menudo implica:

  • Compartir actualizaciones y revisiones con prontitud.
  • Discutir posibles conflictos de diseño e ingeniería y trabajar juntos para encontrar soluciones.
  • Coordinar los cronogramas para garantizar que cada fase del proyecto se desarrolle sin problemas.

Al trabajar juntos de forma eficaz, arquitectos e ingenieros pueden crear edificios e infraestructuras que no sólo sean visualmente atractivos sino también seguros, funcionales y sostenibles.

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