Este edificio con la idea de llevar los parques eólicos a la ciudad (sin necesidad de grandes turbinas), propone la utilización de una fachada cinética que convierte el movimiento del viento en electricidad. El proyecto Strawscraper, de los arquitectos de Belatchew Architecture Lab, es un rascacielos revestido de “pelo” que busca aprovechar la energía del viento a su favor para producir energía.

El sistema utiliza la tecnología piezoeléctrica, que convierte el movimiento en electricidad permitiéndo su almacenamiento para el uso posterior. Según la propuesta, el leve movimiento del “pelo” del edificio es seguro para las aves y los seres humanos y no es ruidoso, como podrían llegar a ser las turbinas tradicionales. La idea es que sus fachadas en movimiento sean además un aporte a la ciudad, normalmente estática y ortogonal.

El rascacielos es la renovación de una torre existente en Estocolmo, que se completó en 1997. El arquitecto original se bajó del proyecto en la mitad de la construcción, por lo que Belatchew Labs intervino para darle una nueva vida al viejo edificio, con un nuevo aspecto y una nueva tecnología que puede ser un real aporte sustentable a la ciudad.