El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) podrá elaborar un proyecto de salvamento arqueológico en tiempo y que complementen los trabajos de construcción del Tren Maya, ya que en esta ubicación se encuentran 30 zonas arqueológicas abiertas al público y dos zonas de monumentos históricos, así lo comentó Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del INAH.
Algunas de estas zonas son: Palenque, Chichén Itzá y Calakmul se encuentran en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Sánchez Nava explicó este escenario durante las mesas de debate El Tren Maya. Realidades y Mitos en el marco del Seminario Patrimonio Cultural, Antropología, Historia, Legislación, celebrado el pasado 25 de marzo en las instalaciones de la Dirección de Estudios Históricos del INAH.
Durante su intervención en la mesa de análisis: Políticas públicas y cultura, el coordinador del INAH señaló que dentro de esa misma zona de influencia se tienen registrados 3,024 sitios arqueológicos, así como 15 áreas naturales protegidas que se insertan en la esfera de influencia.
También comentó el funcionario, que desde la primera reunión con el equipo del Proyecto Tren Maya, celebrada el 2 de octubre de 2018, se dejó claro que el INAH tiene amplia experiencia en el acompañamiento de estas grandes obras de infraestructura.
Se ha solicitado contar con estudios especializados que detectan con precisión la existencia de monumentos arqueológicos bajo gruesas capas de vegetación, al menos en el desarrollo de la primera etapa del proyecto que va de Palenque a Escárcega, donde se ubican Palenque, Pomoná y Moral-Reforma y más 480 sitios arqueológicos registrados.
Destacó que entre las prioridades del instituto está la protección al patrimonio cultural, el mejoramiento de la infraestructura y las condiciones de las zonas arqueológicas y la eventual apertura de algunos sitios, como podría ser Ichkabal, en Quintana Roo.