Construcción: Impresoras 3D





Los métodos constructivos también evolucionan, la construcción en madera, la construcción prefabricada y la construcción mediante impresión 3D intentan responder a las nuevas demandas, tanto de eficiencia, como de calidad y rapidez en la construcción, todo ello sin sacrificar el diseño y la estética.



De estos métodos constructivos, el más novedoso es sin duda la impresión 3D y que parece que va proliferando a nivel mundial. Europa también se une al movimiento y así el año pasado se puso en uso el primer puente del mundo construido mediante impresión 3D.





La impresión 3D tiene varias ventajas que la hacen atractiva desde el punto de vista económico y medioambiental. La más importante de todas posiblemente sea el importante ahorro en material que se consigue. Mientras que en una vivienda tradicional estamos acostumbrados a macizar estructuras y otros elementos con hormigón, la impresión 3D solo utiliza y coloca el hormigón allí donde es necesario, con lo que se ahorra una gran cantidad de materia prima, se producen menos residuos y se reducen de manera considerable las emisiones de CO2. 



Además, la utilización de una máquina que puede estar trabajando día y noche, junto con el uso de hormigones especiales, con tiempos de fraguado mínimos, permiten construir a una velocidad mucho mayor que con métodos tradicionales. Otra ventaja es la posibilidad de incorporar en el propio hormigón elementos que mejoren sus propiedades térmicas y resistentes, como fibras, o incluso la posibilidad de imprimir con otro material, como pueda ser un aislante. Con está técnica han conseguido reducir en un 35% el coste de construcción. Así, su próximo objetivo es la promoción de viviendas impresas en 3D que tendrían un coste inferior a una vivienda construida con métodos tradicionales.





Si bien aún es necesario perfeccionar la técnica, es innegable que la construcción mediante impresión 3D está proliferando y tiene múltiples ventajas. Ya son muchos los ejemplos en los que se ha comprobado que el coste de construcción es inferior al de los métodos tradicionales, al igual que los tiempos. Sin embargo, la tecnología y las impresoras 3D se encuentran aún en desarrollo. Lo mismo ocurre con los morteros, hormigones y demás materiales utilizados.



Es posible que en un futuro no muy lejano aparezca una impresora 3D con varios “cabezales”, de manera que cada uno pueda imprimir usando un material distinto, introduciendo incluso aislamientos o acabados con precisión y al mismo tiempo que se va generando la estructura o soporte del edificio.

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