Dando enfasís al Día Mundial del Agua, que se conmemora hoy 22 de marzo, el Inegi dio a conocer en la Encuesta Nacional de Hogares 2016, que de 32 millones 925,270 hogares, 32% no cuenta con dotación diaria de agua en su propiedad o de plano no la recibe. Esto quiere decir que un tercio de los hogares sufren desabasto o falta de agua.
Un comunicado del instituto muestra que 25% de las viviendas la reciben cada tercer día, dos veces a la semana, una vez por semana o de vez en cuando. En 7% no la obtienen por tubería y la consiguen por acarreo de otra vivienda, una llave pública, de pozos, ríos, arroyos, lagos, lagunas o pipas.
Los estados con mayor número de hogares que cuentan con dotación diaria de agua son: Estado de México, Ciudad de México y Jalisco.
Las entidades con menor número de hogares con dotación diaria de agua son: Baja California Sur, Tlaxcala y Guerrero.
Los datos también revelan que en 2016 se extrajo 24% más agua del medio ambiente que en 2003.
En 2016 se extrajeron 216 millones de metros cúbico de acuíferos, ríos, arroyos y/o lluvia, para consumo de la población, agricultura, ganadería, industria, comercio y servicios.
En contraste, se retornaron al medio ambiente 186 metros cúbicos del líquido (86%), aunque no todo aprovechable para consumo, pues puede corresponder a fugas en sistemas de alcantarillado, aguas residuales tratadas y no tratadas o a procesos de pérdidas similares.
Por otra parte, Óscar Monroy Hermosillo, investigador del Departamento de Biotecnología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señaló que la Ciudad de México ha comenzado a vivir un momento crítico por el mal manejo del agua.
Aclaró que la escacez del líquido "es la crisis de una mala dirección y distribución, pues prácticamente todo el país tiene esquemas equivocados",
Monroy participa en los foros sobre Problemas Metropolitanos: acciones para su atención, convocados por la UAM, donde coordina el foro correspondiente a el agua.
El experto dijo que el problema es que en la capital se sigue un esquema de explotación; incluso se le ve como un recurso que se tiene que extraer, como se hace en la minería, y cuando se ensucia se tira.
Expuso que desde que esta urbe era muy pequeña se empezó a traer agua de distintos lugares, cada vez más lejanos; primero de Chapultepec, después de Coyoacán, de Xochimilco, y más tarde de Lerma, y el sistema de pozos se empezó a utilizar cada vez más.
Aseguró que bajo ese esquema de transportarla de lejos, usarla y tirarla, el líquido corre por una red que se va improvisando conforme al crecimiento, sin planeación, lo que ha caracterizado el desarrollo de la metrópoli; por lo tanto, no se puede hablar de que tengamos un buen sistema de distribución del fluido.
Lo anterior da como resultado que la mitad del líquido que viene del sistema Lerma-Cutzamala difícilmente atraviese toda la ciudad para llegar a delegaciones como Iztapalapa.
El investigador señaló que en esa red se pierden por fugas, en promedio anual, unos 12 metros cúbicos de agua por segundo, que es "equivalente a la cantidad que se trae del Cutzamala".
Dijo que siempre se ha dicho que el agua que llega a la ciudad por el Sistema Cutzamala solo sirve para paliar el mal servicio de repartición que hay en la capital del país, pues además le surten de agua unos 1,100 pozos.
Uno de los problemas con estos sitios es que se extrae el agua del acuífero, pero no se renueva, cuando la lógica "nos dice que si uno quiere mantener un pozo debe extraer nada más el líquido que se recarga".
De ahí la necesidad de no dejar que el agua se vaya y tratar de aprovecharla aquí en la ciudad para que "la tratemos, reciclemos y distribuyamos donde se requiere".
Monroy Hermosillo enfatizó que es necesario tener plantas de procesamiento para reciclaje y aprovecharla, por ejemplo, llevarla a más de 2,000 hectáreas de cultivo que se están perdiendo para esa actividad y se están convirtiendo en conjuntos habitacionales.
Con información de Obrasweb