Por Gonzalo E. Méndez Dávalos*
La emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia del COVID-19 ha afectado nuestra vida en todos los sentidos, ya sea a nivel personal, familiar o laboral. El llamado a la cuarentena ha obligado a la mayor parte de los sectores productivos a detener sus actividades en protección de la salud de los mexicanos y uno de ellos es el sector vivienda. No obstante, también ha revelado que la vivienda es la primera línea de defensa contra el virus y que, desafortunadamente, en México una gran cantidad de personas no pueden darse el lujo de quedarse en casa porque necesitan trabajar para poder comer.
Ante esta realidad, el presidente de la República, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, mostró una gran sensibilidad en su mensaje a la nación del pasado 5 de abril, al haber sido claro respecto a que la industria de la construcción será un actor fundamental en la recuperación económica del país en los meses que vienen, y fue claro en que uno de los instrumentos centrales para lograrlo serán, precisamente, los créditos para vivienda; una estrategia que trabaja en dos vías: dotar de vivienda adecuada a las familias que aún no cuentan con un patrimonio habitacional e impulsar la economía cuando llegue el momento de regresar a la normalidad.
Desde nuestro punto de vista, esta estrategia puede, también, atender el llamado que hace unos días llevó a cabo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para, una vez frenada la pandemia, dotar de vivienda adecuada a las personas que no cuentan con un hogar con servicios. De hecho, Leilani Farha, relatora especial de la ONU, señaló que una vivienda adecuada es la primera línea de defensa contra el COVID-19 puesto que, sin ella, es imposible seguir las medidas preventivas de salud pública, ya sea desde el punto de vista de higiene o de distanciamiento social. A este respecto, afirmó que “la vivienda nunca había sido tanto, como en este momento, una condición de vida o muerte”.
Ahora bien, la relevancia de la industria de la construcción ha sido reconocida por nuestros socios comerciales, Estados Unidos y Canadá, al haberla declarado una actividad esencial que contribuye a mantener el funcionamiento óptimo del país durante la emergencia sanitaria y CANADEVI, junto con sus socios y aliados estratégicos, CONCAMIN, CMIC y ADI, están trabajando para que la industria de la vivienda también sea identificada como una actividad esencial ya que, de acuerdo con el INEGI, genera más de 2 millones de empleos y aporta casi el 6.5% del PIB.
Tal como sucede a nivel macroeconómico, el panorama del sector se vislumbra complejo; razón por la que presentamos diferentes propuestas al director general de Infonavit para proteger la calidad de la cotización de los trabajadores, entre las que destacan las siguientes:
- Determinar por parte del Consejo de Administración del Infonavit el salario base de cotización de los derechohabientes durante la emergencia sanitaria y financiera.
- Adoptar y conectar medidas operativas del Infonavit con facilidades administrativas aprobadas por los gobiernos de los estados y municipios.
- Instrumentar el crédito liquidable del Infonavit con la subcuenta del derechohabiente.
- Ampliar la medida adoptada “Tolerancia al pago” a los derechohabientes que contraten una hipoteca en el primer semestre del 2020.
Con éstas y otro tipo de acciones los desarrolladores de vivienda estamos trabajando y listos para colaborar de manera decisiva, activa y fundamental en la recuperación económica del país, en el bienestar social y en la generación de empleo, asumiendo nuestra responsabilidad social como empresarios para reconstruir el tejido social y económico de México.
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* El autor es presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (CANADEVI), así como miembro de la Comisión Consultiva Regional del Infonavit por Michoacán. Asimismo, es Director General de Meda Casa.
