Emisores mexicanos como Nacional Financiera, el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y la Ciudad de México han levantado capital verde dentro y fuera del país.
Pese a ser un mercado muy joven en México, y que está dominado por inversionistas institucionales, existen opciones en el mercado de renta fija para obtener rendimientos de proyectos de energía eólica, energía renovable, infraestructura sustentable, transporte limpio, agua y desechos.
El banco de desarrollo Nacional Financiera (Nafinsa), el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (GACM) y el Gobierno de la Ciudad de México (CDMX) han sido los pioneros en utilizar bonos verdes, tanto en el mercado internacional como el nacional, para financiar proyectos que aportan beneficios ambientales.
El primer bono verde mexicano en mercados internacionales lo colocó Nafinsa a finales de 2015, por un monto de 500 millones de dólares, a un plazo de cinco años y un rendimiento al vencimiento de 3.41 por ciento, el cual significó un diferencial de 190 puntos base sobre el bono del tesoro estadounidense a un plazo de cinco años y de 56 puntos base sobre el bono denominado en dólares al plazo equivalente emitido por el Gobierno Federal.
Con esta emisión apoyó a financiar la construcción de Aura Solar I de 30 megavatios, localizada en el estado de Baja California Sur y suministrará energía a la sub-estación de Olas Altas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la primera planta solar a gran escala en México y la primera desarrollada por el sector privado en el país. Se estima que México podría alcanzar una capacidad instalada para generación de energía solar de hasta dos mil megavatios hacia el 2020.
Posteriormente, el banco cortó el listón del mercado de bonos verdes en México con una emisión por dos mil millones de pesos en septiembre de 2016, el título fue a seis años a una tasa de 6.05 por ciento. El portafolio a financiar fue de nueve parques eólicos ubicados en Oaxaca, Nuevo León y Baja California.
Por otra parte, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México emitió un bono verde por un total de dos mil millones de dólares en dos plazos en mercados internacionales, a tasas de 4.37 y 5.60 por ciento. Debido al interés de los inversionistas, la sobredemanda alcanzó los 13 mil millones de pesos.
Prácticamente los recursos son utilizados para la construcción sustentable del aeropuerto, que tenga energía renovable, agua y desechos que no dañen el ambiente.
Los fondos recaudados en diciembre de 2016 con la emisión del primer bono verde de la Ciudad de México se han utilizado para llevar a cabo proyectos que ayudarán a reducir contaminantes, de acuerdo con los objetivos del Programa de Acción Climática 2014-2020, el cual busca disminuir 10 millones de toneladas de CO2.
El Metrobús en el Eje 3 Oriente, que va de Río de los Remedios a San Lázaro (Línea5, primera etapa); la adquisición de cuatro trenes para la línea del Tren Ligero de la Ciudad de México, y la reposición de ocho pozos de agua potable en la Ciudad también son obras que han sido financiadas con estas emisiones.
“En México existen grandes oportunidades para desarrollar infraestructura verde que sea financiada a través de instrumentos verdes. Inversiones en energía renovable, transporte masivo bajo en carbono, manejo de desechos, entre otros”, afirmó Alba Aguilar, directora de Nuevos Mercados MEXICO2/ SIF ICAP en la BMV.
Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx