“La mano de obra está muy escasa, no la tenemos, ya ni siquiera podemos hablar de rotación, desgraciadamente se nos están yendo a las plantas automotrices que son más fáciles para ellos”.
El problema es que ahora que tienen suficiente trabajo, ha comenzado a escasearles la mano de obra “ya no quieren trabajar de albañiles o soldadores, prefieren irse a las fábricas donde no se asolean”, manifestó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC) Luis Francisco Romero David.
En tanto que la industria de la construcción se ha mantenido en crecimiento desde el año pasado, pues las obras tanto públicas como privadas han quedado en su mayoría en manos de empresarios locales.
Ante esta situación los constructores tendrán que encontrar algún método para lograr atraer a que más personas se sumen a la planta laboral de este sector, “tenemos buenos sueldos, pero muchos quieren trabajar bajo techo”.
Indicó que a los empresarios de esta rama les cuesta mucho trabajo retener a su personal a pesar de los incentivos que se les puedan brindar, hay constante capacitación para su superación personal y económica, que a su vez repercute en sus familias, pero no ha sido suficiente el atractivo.
Romero David comentó que trabajar en cualquier obra de construcción siempre es mejor pagado que estar de obrero en una planta, pero “lo que sí es que es más cómodo trabajar bajo sombra”.
El déficit por el momento no es calculable, pero se tendrá que hacer un censo entre socios de la CMIC para tener más preciso el faltante, pero “por ejemplo, en mi empresa que es de estructuras estoy batallando para contratar a 10 soldadores que urgen”.
Ante esta situación el riesgo es que a raíz de esto se encarezca todavía más la mano de obra y por ende los costos de construcción, que al final repercute al cliente, “la mayoría ahora tienen trabajo, pero nos faltan trabajadores para cumplir en tiempo, forma y calidad”, finalizó el Presidente de la CMIC.
Con información de El Sol del Centro.