Juan Bernardo Manríquez se considera una persona afortunada, dice que persigue la felicidad y esta le ha llegado de varias formas, principalmente a través de su familia. Se dice afortunado como empresario, ya que llegó a tierra fértil y logró aterrizar mi emprendimiento, pude salir adelante y logró generar empleos, esa acción le hace sentir que honra a quienes le brindaron la mano en el pasado, desde sus maestros, hasta sus colegas y quienes fueran sus patrones.
Ingeniero civil de profesión, ha sido gremialista, ocupando cargos importantes en la representación de empresarios y profesionistas. Fue presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y del Consejo Coordinador Empresarial en Aguascalientes.
Fue el primer presidente en estar tres años al frente de la CMIC, después estuvo un año en el CCEA, actividades que califica como honrosas. Su experiencia en el sector empresarial le permitieron encontrar la madurez y le dieron la posibilidad de abrir su espectro en cuanto a relacionarse y de manera indirecta llegaron las oportunidades de aportar y servir a los demás desde esas trincheras.
Generó foros de discusión para revisar la normatividad que rige al sector, acción que fue un parteaguas para quienes se desempeñan en la construcción. En él participaron autoridades de los tres niveles de gobierno y empresarios, llegando a acuerdos mínimos en la interpretación de las reglas aplicables. A la postre, fue notorio que ese trabajo fue muy oportuno en su momento.
Tiene la certeza de que el esfuerzo de los 20 Comités Directivos de la Cámara Mexicana de Industria de la Construcción en Aguascalientes ha aportado cuestiones positivas al desarrollo de la industria; al formar él parte de ese grupo, considera que su trabajó aportó algo a un organismo que agrupa a cerca de 200 empresas de un sector que impulsa el desarrollo de la entidad.
Entre los números conseguidos, destaca el que logró beneficiar a la cámara acercando a los socios a oportunidades laborales en el sector privado y público, consiguiendo un récord en asignación de obra directa en cámara.
Considera que la industria de la construcción se ha modificado en su naturaleza conforme el mundo ha cambiado. Por un lado, la globalización ha obligado a las empresas a trabajar de manera distinta y por otro el dinero público es cada vez más escaso. Señala que hoy la industria de la construcción es además de un negocio de “pegar ladrillos”, es también un negocio financiero y de garantías, que debe dar a sus clientes la certeza que hará buen uso de su dinero.