La construcción sostenible se está convirtiendo en una prioridad de primer orden. Se calcula que, en los países desarrollados, la construcción es responsable de hasta un 40 % de las emisiones de CO2. Claramente, es un área con amplio margen de mejora.
Uno de los grandes causantes de emisiones es la producción de cemento y hormigón, un terreno donde ya se están llevando a cabo investigaciones como el hormigón regenerativo o autorreparable o el uso del propio dióxido de carbono como materia prima. Otra vertiente de esta filosofía sostenible es el reciclaje de materiales constructivos, con proyectos como HISER. Gran parte de estas iniciativas comparten el mismo ADN: la economía circular y el residuo cero. Un software desarrollado en la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) es una de las últimas contribuciones. En este caso, se trata de reutilizar elementos procedentes de otros edificios o ya fabricados, como columnas o vigas, para crear nuevas estructuras.
Optimización de diseños
Esta innovadora herramienta tiene un funcionamiento sencillo y comprensible. Cada vez que se inicia un proyecto, el arquitecto introduce el diseño en el programa. Además, añade una base de datos con los materiales susceptibles de ser reutilizados. Con esta información se lleva a cabo un primer análisis que determina la forma de reducir al máximo el volumen de materiales manteniendo la integridad de la estructura. Tras este primer paso, el programa ofrece alternativas de construcción más sostenible partiendo de materiales reutilizables. Además de las modificaciones de diseño, el programa analiza la huella de carbono total y ofrece la combinación óptima de materiales nuevos y usados. De este modo, la masa total de un edificio puede verse incrementada y, a la vez, reducirse la huella de carbono. Según los investigadores, el programa permite reducir las emisiones de efecto invernadero hasta un 60 %. La clave de este ahorro reside en el hecho de que no es preciso procesar los elementos por medio de fundición u otras técnicas, sino que cada uno de ellos se reutiliza con su forma original.
Una base de datos de materiales reutilizables
Una de las propuestas del equipo de desarrollo es la creación de una base de datos accesible a escala europea en la que se detallen todos las piezas y elementos reutilizables, ya sea procedentes de edificios reformados o demoliciones. Así, cualquier arquitecto podría encontrar los materiales óptimos para una construcción sostenible. Jan Brütting, uno de los ingenieros que ha impulsado la iniciativa, indica que ya se están creando bases de datos de este tipo. Añade, además, que el número de proyectos de investigación dedicados a la economía circular en la construcción se ha multiplicado sensiblemente en los últimos años.
Economía circular en construcción: una apuesta a escala internacional
La percepción de Brütting acerca del interés que está despertando esta filosofía constructiva está lejos de ser meramente subjetiva. Ejemplo de ello son las líneas maestras del Área Económica Europea, que ha convertido la economía circular en uno de los pilares de su plan para reducir los residuos en la construcción. En la actualidad, un tercio de los residuos producidos en Europa proceden de esta industria.
El reciente documento Construction and demolition waste: challenges and opportunities in a circular economy (Residuos de construcción y demoliciones: desafíos y oportunidades en una economía circular) propone estrategias para paliar la situación. Entre los objetivos se encuentra el aumento de la vida útil de los edificios, así como el reciclaje y reutilización de materiales. Todo ello ha cristalizado en la creación de la European Circular Construction Alliance (ECCA), que está desarrollando numerosas iniciativas como el ya mencionado proyecto HISER para impulsar la construcción sostenible.