Las construcciones en madera han tenido un alto impacto los últimos años, pues se considera que son sostenibles y eficientes. Ante esto los modelos industrializados con este material se fortalecen en el mercado, ya que pueden llegar a ser accesibles para cualquier bolsillo.
Estos modelos de construcciones tienen el objetivo de ser eficientes y amables con el medio ambiente, es por eso que ha llegado a crecer tanto su demanda, cobrando protagonismo en el sector residencial.
Asimismo el ahorro durante el proceso constructivo es importante, pues según la madera que sea utilizada, llega a ser más accesible que una construcción tradicional.
En cuanto a la resistencia, la madera estructurada tiene una relación resistencia / peso 20% más alta que el acero estructural y de cuatro a cinco veces mayor que el cemento no reforzado en compresión.
Gracias a su industrialización, los nuevos modelos son completamente eficientes, apegados a cualquier presupuesto y consigue reducir los plazos de construcción, ya que una vivienda prefabricada de madera tarda unas 15 horas en ser montada y seis meses en estar lista por completo, lo cual es la mitad del tiempo que una vivienda con materiales tradicionales.