NUEVA ARQUITECTURA EN EL CÁUCASO

Mencionar la zona europea del Cáucaso es poco frecuente en nuestra región y más aún su arquitectura y urbanismo, especialmente de Armenia y Georgia ya que solamente de Turquía se tienen noticias frecuentemente. En todo caso las referencias arquitectónicas de los primeros se remontan hasta la Edad Media con edificios principalmente de tipo religioso y a lo largo de su territorio se encuentran diseminados templos, monasterios y capillas cristianas creando un paisaje singular que distingue la región.

POR: Dr. En Arq. J. Martín Andrade Muñoz

Mencionar la zona europea del Cáucaso es poco frecuente en nuestra región y más aún su arquitectura y urbanismo, especialmente de Armenia y Georgia ya que solamente de Turquía se tienen noticias frecuentemente. En todo caso las referencias arquitectónicas de los primeros se remontan hasta la Edad Media con edificios principalmente de tipo religioso y a lo largo de su territorio se encuentran diseminados templos, monasterios y capillas cristianas creando un paisaje singular que distingue la región. La arquitectura tradicional es su distintivo principal, mientras que la arquitectura contemporánea es escasa y aparentemente casi desconocida para nosotros. Y es aparente porque prominentes despachos de arquitectos europeos han desarrollado obras emblemáticas que son un referente universal. 

Aunque ya en otro texto se ha abordado el tema de la arquitectura del Cáucaso, específicamente de Azerbaiyán en el artículo “Bakú el Dubái del Cáucaso” Zaha Hadid en Azerbaiyán, a pesar de ello, las sorpresas de encontrar audaces proyectos contemporáneos están a la vista. Para conocer la arquitectura contemporánea de la región comencemos por puntualizar algunos conceptos generales. ¿Qué quiere decir el Cáucaso? Evidentemente se refiere a la región Europea Oriental y Asia Occidental entre el mar Negro y el mar Caspio que incluye la cordillera del Cáucaso desarrollada entre Armenia, Georgia, Azerbaiyán y Rusia. De esa zona procede la raza llamada “caucásica blanca” de acuerdo a la clasificación que hace Blumenbach y que se ha extendido en todo el planeta, especialmente en Occidente. En el presente texto solo abordaremos algunos ejemplos de arquitectura moderna y contemporánea en Armenia y Georgia y que recientemente se han vuelto emblemáticos de esos países. 

Comenzaremos por Armenia, específicamente con uno de ellos y que por su solución moderna cobra todavía cierta vigencia ubicado en Ereván (Yereván) la capital armenia; el monumento llamado Tsitsernakaberd (fortaleza de las golondrinas pequeñas) está dedicado a las víctimas del holocausto armenio perpetrado al pueblo por los Jóvenes Turcos del Imperio Otomano entre 1915 y 1923. La obra iniciada en 1966 se concluyó en 1968 y fue diseñada por Tarkhanian, Kalachian y Khatchatrian. 

El monumento comprende una estela de basalto de 44 metros de altura que apunta al cielo y que simboliza el renacer de los armenios. Doce losas inclinadas de basalto rodean un pebetero central con una llama eternamente encendida en signo de duelo y que representan las doce provincias perdidas en el holocausto. La sensación espacial interna obliga a la reflexión y el respeto, la monumentalidad del conjunto lo convierte en el emblema más importante de Ereván en el siglo XX. Anexo se encuentra un pequeño museo circular subterráneo, construido posteriormente en 1995 ambientado con terribles fotografías que otorgan información sobre los acontecimientos del genocidio. 

Otro edificio más reciente es la iglesia de Artsakh proyectada por Storaket Architectural Studio un despacho local con personal italiano encabezado por R. Fabio Sciacca y otros colaboradores. La obra es sumamente interesante y atractiva por su simplicidad y consiste en un cubo con ranuras en forma de cruz en sus cuatro caras como si envolvieran ese volumen. Las ranuras otorgan la iluminación necesaria al interior que resulta más familiar al rito cristiano armenio de la Iglesia Apostólica Armenia, desde una visión contemporánea. Se accede al interior del cubo a través de una rampa cubierta que se clava en el piso y resurge en el interior de la iglesia como si se tratara del acceso a un bunker. El espacio contemplativo de su interior investiga la relación entre el pasado y el presente, lo familiar y lo desconocido, el interior y exterior, y entre la pesadez de la piedra y la ligereza del agua y el cielo. 

Un caso más es el proyecto del Yereván Business Center de 2009 que fue diseñado por el grupo arquitectónico “icónico” encabezado por el alemán Mortiz Melchert y el mexicano Juan Carlos González, que presentaron una propuesta muy audaz que debía albergar en dos torres sumamente inclinadas un centro de negocios, oficinas comercio y hotel en una superficie construida de 84,000 m2 y aunque no se construyó y solo quedó en proyecto, ya avizoraba un deseo vanguardista en su futuro arquitectónico.  

Por su parte en Georgia en su capital Tiflis (Tbilisi) de 1,200,000 habitantes, se han realizado nuevos edificios que conviven audazmente con la arquitectura tradicional del centro histórico.  El Puente de la Paz es un puente peatonal en forma de arco cubierto que atraviesa el río Kura, la construcción es de acero y vidrio iluminado con numerosos LED y une el Parque Rilke con el casco antiguo en el centro de Tblisi. El puente de 150 metros de largo fue diseñado por el arquitecto italiano Michele De Lucchi y fue construido en Italia y trasportado hasta Tbilisi en 200 camiones. Cabe mencionar que su iluminación es especialmente atractiva y permanece encendida toda la noche hasta el amanecer. Desde su inauguración en 2010 el puente se ha convertido en un importante paso de peatones en la ciudad, así como una importante atracción turística y un monumento emblemático de la ciudad. El diseño contemporáneo ha sido cuestionado por su cercanía con el centro histórico generando polémica porque domina especialmente en la zona. Y además jocosamente ha sido apodado el puente como “Siempre Ultra” una toalla sanitaria femenina. 

Por si fuera poco, el despacho italiano Studio Fuksas ha llevado a dos sendos proyectos arquitectónicos en el Parque Rilke que sobresalen más aún más que el puente. El edificio Público de Tbilisi, que se desarrolla a partir de una plaza pública bordeada por siete volúmenes de cuatro pisos cada uno. Sobre estas cajas transparentes once estructuras con forma de “pétalo” cubren de forma irregular el espacio central y los edificios de oficinas, soportados por una estructura metálica independiente, que evita los movimientos oscilatorios que producen las cargas de nieve y la dilatación térmica además del desplazamiento de los planos de vidrio de las fachadas. Los volúmenes se conectan entre sí a través de puentes entre los niveles del edificio.

Finalmente nos referiremos al más llamativo de todos los edificios en la controvertida intervención del centro histórico en Tbilisi y quizás en todo el Cáucaso, se trata del Teatro Musical y Sala de Exposiciones en Parque Rilke. Evidentemente sus formas llamativas captan toda la atención sobre cualquier otro edificio de la ciudad. El conjunto consta de dos elementos cilíndricos diferente de formas suaves conectados como un cuerpo único en el muro de contención. Cada forma tiene su propia función, la parte norte del edificio contiene la Sala del Teatro Musical con 566 butacas, el vestíbulo y varias instalaciones, además de espacios técnicos por la mecánica teatral y diversos almacenes. La Sala de Exposiciones abre su gran entrada con una rampa que acerca a los visitantes desde el nivel de la calle. Por el contrario, la Sala de teatro Musical, se eleva desde el suelo y permite a los usuarios que se encuentran en el vestíbulo y en la cafetería tener vistas hacia el río y al horizonte de la ciudad. Como ya se señaló el edifico fue concebido por Maximiliano y Doriana Fuksas como dos enormes tubos cónicos de brillante acero inoxidable tirados en el Parque Rilke y cuyas bocas miran al Río Kura. Iniciado desde 2010 fue terminado en 2017 y ahora convertido en el nuevo emblema de Tbilisi.  

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