Desde hace más de una década, mulas han sido cruciales en el proyecto de restauración de la Gran Muralla en las montañas al norte de Pekín. El camino es demasiado empinado y las montañas son demasiado altas, por lo que los ladrillos solo pueden ser transportados por mulas. La restauración comenzó en 2005 y ahora se encuentra en su tercera fase, el progreso es lento debido a los desniveles del terreno; solo se permite utilizar herramientas básicas tales como cinceles, martillos, picos y palas. Donde pueden, los trabajadores utilizan los ladrillos originales que han salido de la pared a través de los siglos y si no, utilizan nuevos ladrillos hechos con especificaciones exactas.
Fuente: eleconomista.com.mx
