– OPINIÓN – El sector privado de la construcción debe conocer el Sistema Nacional Anticorrupción y aplicarlo, de tal manera, que cierre las puertas a ese terrible mal.
(CIUDAD DE MÉXICO) – Cada inicio de año, personas y empresas, después de la locura decembrina, nos invitamos a la reflexión para saber si podemos mejorar o no en el futuro. Por ello, aquí las mías en torno a algunos de los retos que tenemos en el sector de la construcción para nuestro país.
Por primera vez en México existe un movimiento del sector privado, casi generalizado, sobre el combate a la corrupción que podrá formalizarse con el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
Sin la voluntad del gobierno federal ese esfuerzo no se habría realizado, aunque el verdadero impulsor fue el sector privado mediante organizaciones no gubernamentales, que hartas de ver una actitud tímida de las autoridades (posiblemente no por coincidencia), llegaron al grado de denunciar dicha conducta ante organismos internacionales.
El ramo de la construcción es considerado por consultoras independientes como uno de los dos sectores más corruptos junto con el de hidrocarburos e industrias extractivas.
Hay que entender que la solución no es fácil, pues si bien se pueden ir cerrando puertas a la macro corrupción (es decir, aquella que se pretende erradicar con medidas generales), el problema está en el nivel micro, es decir, en el policía de caminos que soborna y hasta extorsiona a los transportistas, en el servidor público del municipio que no quiere otorgar licencias o permisos sin algún tipo de prebenda, e incluso en los particulares que pretenden evadir sus obligaciones sobornando a los servidores públicos.
Por lo tanto, la primera reflexión es: el sector privado de la construcción debe conocer el SNA y aplicarlo de tal manera que cierre las puertas a ese terrible mal que nos carcome.
Segunda, veo a un sector de la construcción que continúa haciendo cosas en forma empírica, sin la formalidad que se requiere. Que cada vez existan más contratos de obra y de servicios (tal vez por cuestiones fiscales) no significa que estén bien. Necesitamos una industria más formal en cuanto a sus actuaciones.
Requerimos contratos de obra y de servicios más balanceados, establecer buenas prácticas y medidas de administración, contractual claras y precisas.
Estos son temas que ya se trabajan en la Sociedad Mexicana del Derecho de la Construcción (SMDC), que en el primer cuarto de 2017 realizará el seminario
Temas relevantes de la industria de la construcción y cómo enfrentarlos, que estará abierto para los lectores.
El sector de la construcción nacional e internacional tendrá un importante reto en los próximos años derivados de los acontecimientos que desde noviembre de 2016, con la elección del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han ocurrido y su inminente llegada a finales de este mes.
Las cosas para el sector en muchos sentidos cambiarán, y tendremos que ser cautelosos para entender cómo sortear con éxito estos vientos de cambio.
Más allá de eso, les deseo un excelente inicio de año y que todos sus proyectos se conviertan en realidad.
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* Socio director de COMAD, SC.
Fuente: http://www.obrasweb.mx/