RELIGIÓN Y CULTURA

No es necesario ser creyente para disfrutar el arte religioso, pero es indispensable conocer las religiones para ser culto.

Mi primera experiencia en la liturgia ortodoxa y música bizantina, fue cuando conocí la Gruta del Apocalipsis en la isla de Patmos (Grecia).

La música litúrgica bizantina es monodia vocal sin instrumentos musicales, se acompaña con un sonido grave y mantenido, llamado “ison”. Se canta en griego y la voz es generalmente masculina y ocasionalmente femenina.

En la simbólica gruta de Patmos escuché la Divina Liturgia (misa) de la celebración de San Juan Teólogo, ahí adquirí mi primer disco de ese género. Resultó ser una bellísima interpretación del gran cantante Theodoros Vasilikos, quien durante 50 años se ha convertido en un clásico. Anexo al presente algunos fragmentos de sus interpretaciones, lamentablemente no encontré la de San Juan Teólogo, pero estos también son bellísimos.

A partir de entonces he tenido la oportunidad de asistir a algunas Divinas Liturgias en varios países y he adquirido algunos discos de diversas obras e interpretaciones.

La música religiosa es sublime y una de las más elevadas manifestaciones del arte.

 

 

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