AUSTRIA.- El restaurante Schmiedhof Alm se encuentra en la exclusiva zona de Zell am See, Austria, a 1.720 metros sobre el nivel del mar. En el transcurso de una sola generación, los nuevos propietarios de Schmiedhof Alm han logrado crear uno de los mejores restaurantes de la zona. Fue necesario hacer una renovación completa del antiguo edificio para convertir el restaurante en uno de clase mundial. La arquitectura fue una parte integral del nuevo e innovador concepto gastronómico. La búsqueda corresponde a proporcionar un ambiente que invite a los esquiadores y comensales a permanecer y disfrutar de su tiempo. Un particular contraste con las instalaciones que se aproximan a la producción en masa y que se encuentran comúnmente en las estaciones de esquí.

La apariencia del nuevo edificio combina un estilo tradicional con una certera influencia arquitectónica contemporánea. El concepto se basa en una cuidadosa adición de volúmenes, en una rango determinado de formas: una cabaña de madera de estilo clásico con un techo inclinado se colocó en la parte superior del basamento existente. El incorporado elemento monolítico de hormigón fija el edificio a las montañas circundantes.

La perforación o las aberturas del edificio siguen dos principios básicos: Las ventanas del basamento y del monolito de hormigón fueron colocadas hacia adentro, para potenciar las características de la inmensa masa. Por el contrario, las ventanas panorámicas de la construcción en madera se ubican hacia afuera, como si las partes del interior estén intentando observar el exterior. Los espacios resultantes ofrecen una vista única de la montaña "Grossglockner".

El servicio de comidas y bebidas tiene lugar en la larga estructura de madera, en el área de terrazas al aire libre las maderas dan apoyo hasta 200 esquiadores a la vez. Con el servicio innovador de Ski-Drive-In, la calidad de la cena también está disponible para los clientes que son conscientes de los precios. Para los visitantes, el área de invitados -libre de columnas- proporciona una sensación de apertura mientras tienen un fácil acceso a todas las áreas. Los asientos de las ventanas y las particiones cuidadosas realzan la sensación hogareña del edificio, animando a los huéspedes a tomarse su tiempo y gozar de las vistas. El uso de vigas de madera expuestas, entremezcladas con un entramado de aislante acústico, permite reforzar este sentimiento a pesar de que el restaurante es capaz de albergar a muchos huéspedes a la vez.