Desde el 1 de junio, el acero mexicano, canadiense y europeo paga un arancel de 25% para entrar a Estados Unidos, luego de que el presidente Donald Trump anunciara esta medida.

México, Canadá y la Unión Europea dieron respuesta respecto a esto. La primera fue de la secretaría de Economía mexicana, que anunció que también castigará las importaciones de varios productos de su vecino del norte entre los que se encuentran aceros planos y otros productos alimenticios.

El Ceesco, que pertenece a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, dio a conocer en en un comunicado que esa industria está a favor del contenido nacional y el mercado interno, pero tambien "de las buenas prácticas comerciales que fomenten la productividad y el desarrollo".

En ese sentido, pidió a la Secretaría de Economía que considere "medidas que minimicen los efectos negativos de la implementación de aranceles en los productos importados de acero".

El Centro de Estudios avizora incremento de precios en los materiales derivados del acero y del aluminio en el mercado nacional, lo que alterara presupuestos e incrementará el costo final de las obras.  

Adelantó además que podría revisar a la baja el pronostico de crecimiento que actualizó apenas en mayo y que estima un crecimiento de entre 1% a 2% anual. 

El Ceesco explicó que la industria de la construcción es estratégica para el empleo y la competitividad del país, al generar 6.1 millones de puestos de trabajo de manera indirecta y 2.8 millones de manera indirecta. 

El Centro de Estudios detectó que las siguientes fracciones son las que importan directamente sus empresas afiliadas y se verían afectadas si se consideran aranceles a dichos productos.