Ubicada en la Sierra Madre Oriental, al suroeste de Tamaulipas, Tula es conocida como la cuna de la entidad. Esta ciudad histórica se destaca por su patrimonio cultural y por ser el lugar de origen de la famosa “Cuera Tulteca”, prenda típica que representa el folclor tamaulipeco. El pueblo fue fundado el 22 de julio de 1617 por el fraile Juan Bautista de Mollinedo, cuando pertenecía al territorio del Nuevo Santander. A lo largo de su historia, ha sido capital del estado en varias ocasiones, consolidándose como un símbolo de la identidad y el patrimonio de Tamaulipas.
Tula cuenta con numerosos sitios de interés, entre los que destaca la monumental Parroquia de San Antonio de Padua. Además, se pueden visitar otros lugares emblemáticos como la Capilla de la Loma del Panteón Viejo, la Casa Minerva (actualmente Casa de la Cultura) y el histórico Templo del Rosario. En 2011, Tula fue incorporada al programa Pueblos Mágicos, un reconocimiento que resalta su riqueza cultural y su importancia histórica.
Uno de los atractivos de Tula es su peculiar entorno geográfico, ya que se levanta sobre un terreno que entrelaza el bosque y el desierto, generando paisajes contrastantes de gran belleza. Además de sus lugares históricos, Tula ofrece sitios recreativos como el Parque Acuático La Cantera, el Paseo Arroyo Loco y las Cascadas Rancho Campestre. Con una temperatura promedio de 20.5°C, su clima agradable permite disfrutar de sus bellezas naturales durante todo el año, con temperaturas que oscilan entre los 30°C en verano y los 15°C en invierno.Tula también es famosa por sus festividades tradicionales que reflejan su devoción y cultura popular. Entre las celebraciones más destacadas se encuentran el Día del Señor de Amparo (3 de mayo), el Día de San Isidro (15 de mayo) y la Fiesta de San Antonio de Padua (13 de junio), donde el patrono recorre las calles en procesión. Además, se celebra el Día de la Virgen del Carmen (17 de julio) y, en diciembre, se realizan las tradicionales pastorelas de Santa Ana de Naola. Estas festividades enriquecen su vida cultural, atrayendo tanto a locales como a visitantes en busca de conocer su esencia y costumbres.