Uno de los objetivos de la arquitectura verde es el aprovechamiento de los residuos producidos por el ser humano y el vidrio es un material que tiene la ventaja de ser completamente reciclable. Reciclar el vidrio es una buena opción ambiental porque son menos los costos de fabricación de nuevos elementos ya que se ahorran energía y recursos.

A pesar de que se fabrica vidrio desde hace 9,000 años y de que se crearon las primeras botellas de este material hace 3,500 aproximadamente, el uso del vidrio reciclado data de principios de la década de los sesenta en países como Dinamarca, Suiza, Alemania y Holanda.

El reciclaje de este material en la construcción se puede aplicar de dos maneras: sin transformar, es decir, donde únicamente se cambia su estructura física y se mantiene puro; y con transformación del material, en la que se procesa para formar parte de otra estructura de vidrio o de una combinación con otros materiales.

Un ejemplo muy llamativo del primero es el reciclaje de botellas en el Templo Wat Pa Maha Chedi Kaew, un templo budista en la provincia Sisaket de Tailandia; está hecho de más de un millón de botellas de cerveza usadas y los monjes del monasterio comenzaron su construcción en 1984 para promover el reciclaje y la limpieza del ambiente.

El uso de botellas aptas para reciclarse en una construcción tiene como antecedente a Alfred Heineken, que junto al arquitecto John Habraken diseñó la botella WOBO, que además de contener cerveza, podía ser utilizada para la construcción y estaba al alcance de todos, solucionado así el problema de la basura y el reciclaje.

En el caso del vidrio reciclado transformado, éste es primero recolectado y limpiado de toda impureza, posteriormente se tritura dando paso al calcín, que se convierte en materia prima para nuevos materiales constructivos como tabiques o ladrillos, o bien, como elementos decorativos.

El vidrio procedente de este reciclado puede ser ampliamente utilizado en aplicaciones externas o incorporado a otros productos como concreto, resinas, gravilla, baldosas, paredes y suelos de hormigón. Así mismo, el vidrio reciclado se puede volver a fundir y dar forma a paneles o ventanas con características diferentes a las que tenía originalmente.

Hay un debate sobre si el vidrio usado como material de construcción es realmente una opción sustentable. Si bien es cierto que elaborar vidrio deja una huella de carbono en el ambiente, aprovechar el vidrio de botellas y otros productos ayuda a reducir el uso de otras materias que dejan mayor impacto ambiental. Además de que al usarse en la fabricación de otros materiales constructivos ayuda a reducir la emisión de contaminantes.