Vivienda mínima en su máxima expresión

Es un sistema constructivo modular y sostenible que genera espacios adaptables y prefabricados. No es de por sí una vivienda, ni una oficina, sino un espacio que se puede adaptar a nuestras necesidades, incluso después de haber realizado la instalación. La particularidad de este sistema es que el material utilizado en su construcción es el cartón.

La clasificamos como vivienda mínima porque así es como alcanza su máxima expresión, pero, como hemos dicho, gracias a su adaptabilidad no tiene por qué ser vivienda, ni por qué ser un espacio mínimo.

El término Wikkel significa envolver en holandés, y es que esta casa se genera de esta manera, envolviendo y, como hemos dicho antes, envolviendo con cartón. En particular, el proceso constructivo se basa en un molde con la forma de la casa que hace de matriz, este molde gira y se va envolviendo con múltiples capas de cartón. En concreto, el molde se envuelve con 24 capas de cartón, una vez aplicadas todas las capas, se libera el molde de la envolvente de cartón y se empieza a fabricar/envolver el siguiente módulo. El sistema constructivo utilizado, basado en el método de fabricación de las cajas de cartón para tomates, es 3 veces más sostenible que la construcción tradicional.

Cada segmento o módulo tiene unas medidas de 1,20 m de ancho, 4,60 m de largo y 3,50 m de alto. Los módulos de cartón cuentan con una subestructura de madera que le confiere rigidez y que permite unir unos módulos con otros gracias a unas varillas de acero. Se pueden unir todos los módulos que queramos y el mínimo espacio que podemos configurar es de 3 módulos. El interior de los módulos se puede revestir de cualquier material y es totalmente personalizable.

Las diferentes capas de cartón son impregnadas con un pegamento ecológico antes de irse superponiendo una sobre otra. El cartón es un material totalmente reciclable y ecológico que se obtiene de la tala responsable de árboles y que, gracias a las múltiples capas, confiere a la vivienda una excelente resistencia y aislamiento termoacústico. Por ello los módulos de Wikkelhouse son 100% reciclables y reutilizables.

Al ser su componente principal el cartón, Wikkelhouse es tan ligera que se puede instalar en cualquier sitio sin necesidad de ningún tipo de cimentación. Cada módulo pesa tan solo 500 kg con lo que se pueden instalar sin problema incluso sobre edificios ya construidos. Al no requerir cimentación, el impacto ambiental y coste de instalación de la vivienda se reduce al mínimo. La instalación completa de una Wikkelhouse se hace en tan sólo un día.

La durabilidad de esta vivienda es de un mínimo de 50 años, pudiendo resistir 100 años con el adecuado mantenimiento. Sobre los módulos de cartón ya fabricados se coloca una lámina impermeable y transpirable que los protege de la humedad, después son revestidos con listones de madera, que configuran el acabado y aspecto final de la vivienda, a la vez que protegen la lámina de la radiación solar. El único mantenimiento necesario es la sustitución de esta lámina impermeable y transpirable cada 25 años.

En la actualidad, Wikkelhouse está a la venta en Holanda, Luxemburgo, Bélgica, Francia, Reino Unido, Alemania y Escandinavia. Su precio base es de 30.000 € (684,257.993 pesos mexicanos).

Fuente: Arrevol

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