Guanajuato se consolida en el modelo de gestión para la arqueología con cuatro zonas abiertas al público y una a punto de abrise cerca del municipio de Victoria llamada Arroyo Seco, bajo el cobijo de Instituto Estatal de la Cultura.
Arroyo Seco, será la quinta zona arqueológica del estado en abrir sus puertas al público, en la cual se encuentran los vestigios milenarios de pinturas rupestres.
Desde su apertura, las zonas arqueológicas de El Cóporo, Plazuelas, Peralta y Cañada de la Virgen han recibido la visita de 459 mil 35 personas, quienes además de adentrarse al pasado prehispánico del Bajío, disfrutan las exposiciones temporales que alberga el Centro de Atención a Visitantes.
En Plazuelas se hallan los vestigios de una de las ciudades más complejas de esta región, tiene edificios que fueron construidos de manera dispersa, comunicándose entre sí a través de largas calzadas y veredas que suben y bajan entre los cerros, y en donde un manantial, El Agua Nacida, es el punto de confluencia de ellos.
Peralta, testimonio del Bajío prehispánico, destaca en la región por las dimensiones y diversidad constructiva. En este sito se observan varias construcciones: el edificio Doble Templo y Patio Hundido, el Recinto de los Gobernantes y el conjunto Templo-Recinto y Patio Hundido.
El Cóporo tiene en la parte baja el conjunto Llano donde existen distintas áreas públicas y domésticas así como talleres. Sobre la ladera se ubican el Conjunto Gotas y Montes, que son espacios cívicos administrativos donde también existe una zona residencial.
Cañada de la Virgen, es un asentamiento prehispánico, enclavado en la frontera septentrional de Mesoamérica, es la primera sede en el país que recibe dicha muestra que permite dimensionar la importancia del legado de los Mexicas.