Un edificio que se “come” la contaminación

La competición por hacer el edificio más alto no parece que vaya a cesar de momento, pero la imaginación y la ingeniería también se centran a las nuevas necesidades que por desgracia hemos creado, como el tener que rebajar la contaminación urbana. Más allá de restricciones de tráfico, la solución que planteó el arquitecto Vincent Callebaut es un edificio que reduzca el exceso de dióxido de carbono alimentándose de él.



En Taiwan el edificio, en realidad, acabó siendo más bien bajo, con unos 92 metros de altura, sobre todo teniendo en cuenta que comparte ciudad con uno de los más altos del mundo, la torre Taipei 101 de unos 508 metros de altura. Pero lo que hace especial al edificio es su diseño y estructura, dado que además de presentar un diseño helicoidal entre las paredes y suelos de sus 40 apartamentos albergará unos 23.000 árboles y arbustos.



Estas plantas son las que hacen la función de limpieza que está planificada, es decir, la reducción de emisiones de dióxido de carbono. Callebut detalla que el diseño en doble hélice está inspirado en una cadena de ADN (es una doble hélice) y que se calcula que las plantas absorberán 130 toneladas de dióxido de carbono al año, lo que según el arquitecto equivale a 27 coches.



Además, tiene integrado un sistema de reciclado de agua de lluvia, ascensores de bajo consumo, placas solares y un sistema para que según el clima se pueda ahorrar energía.

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