Los espacios públicos desempeñan un papel esencial en nuestra vida comunitaria, contribuyendo al bienestar social y ambiental.
En un mundo cada vez más volátil y ante desafíos sociales y ambientales crecientes, es imperativo contar con espacios e infraestructuras preparados para el presente y el futuro. La resiliencia, definida como la “capacidad de los sistemas, instituciones, seres humanos y otros organismos para adaptarse ante posibles daños, aprovechar oportunidades o afrontar las consecuencias” (IPCC), emerge como una necesidad fundamental en la planificación y diseño de los lugares que habitamos. Los espacios públicos, en particular, son fundamentales para el contacto social, la convivencia, la salud y la generación de identidad.
Además de ser esenciales en el tejido social, los espacios públicos deben actuar como motores del desarrollo urbano, económico, cultural y sostenible. Aunque los asociamos con calles, parques o banquetas, abarcan un abanico más amplio que incluye áreas naturales, recintos culturales y monumentos.
La creación y gestión de espacios públicos resilientes requiere una visión nueva y un cambio de paradigma. Los procesos de diseño participativo, aspectos técnicos y constructivos deben evolucionar hacia modelos sostenibles a largo plazo. Estos deben ser acordes a su contexto territorial, social y físico, así como a las futuras condiciones climáticas y de acceso a energía y recursos, para reducir su vulnerabilidad y mitigar impactos adversos.
Es crucial considerar el ciclo de vida completo de un espacio público y los riesgos potenciales durante su vida útil, hasta su eventual reciclaje. Estrategias como diseño regenerativo, diseño participativo, soluciones basadas en la naturaleza y permacultura son ejemplos de enfoques que imitan el funcionamiento de la naturaleza y ayudan a lograr espacios resilientes ante riesgos naturales y humanos.
Con una población mundial en aumento y creciente urbanización, los impactos en la naturaleza se intensifican, aumentando la severidad de eventos catastróficos y vulnerabilidad. El desafío es buscar resiliencia a través de la moderación y el equilibrio en nuestro desarrollo, en busca de un modelo de vida sostenible y regenerativo que nos permita vivir en armonía con la naturaleza.
Arq. Hugo Gutiérrez Gaona
Arquitecto, consultor y facilitador de aprendizaje especializado en la transición hacia formas de habitar sostenibles. Con más de veinte años de experiencia en el campo de la arquitectura, ayuda a personas, comunidades y promotores de proyectos a diseñar, construir y habitar espacios de manera sostenible y saludable.
Se centra en el análisis, diseño y dirección de proyectos, así como en la consultoría en estrategias de salud, sostenibilidad, eficiencia energética y ahorro de agua en proyectos arquitectónicos, conjuntos habitacionales y planes maestros. Sus esfuerzos se orientan hacia el diseño regenerativo y los principios de la permacultura.
Desde 1999, dirige su estudio de arquitectura, enfocado en la arquitectura sostenible y la consultoría en planificación y sostenibilidad. Como catedrático imparte exclusivamente materias relacionadas con el diseño y la sostenibilidad. Además, ha diseñado y facilitado programas educativos, cursos y talleres fuera del ámbito universitario. Es profesor invitado en el Curso de Diseño en Permacultura (PDC) en el programa Regeneremos Coquimbo auspiciado por el Gobierno Regional de Coquimbo, Chile.
Miembro activo del Colegio de Arquitectos de Nuevo León, forma parte del comité de sustentabilidad, aportando su experiencia y conocimiento en pro de una arquitectura más respetuosa con el medio ambiente.
Monterrey, N. L., 1975
