Boa Vista es un complejo residencial y de esparcimiento ubicado en un terreno de 750 hectáreas, a 100 km de distancia de la ciudad de São Paulo, en Brasil. El proyecto busca por sobretodo lograr mediante su arquitectura la mayor sensación de paz y tranquilidad que le sea posible.
El complejo comprende dentro de su amplio programa, un spa, el hotel Fasano, club infantil, un centro ecuestre, centro deportivo, zoológico, dos campos de golf de 18 hoyos, club de golf, piscinas, y 242 hectáreas arboladas dotadas de numerosos lagos.
El proyecto se desarrolla como una sucesión de espacios de diferentes tamaños, intensidades de iluminación y texturas. Todo siempre blanco, siendo este el color utilizado por los arquitectos para representar la paz, la pureza, la tranquilidad y la relajación.
El resto de los colores se utilizan con mucha moderación en el SPA: amarillo brillante es en la puerta de entrada principal de metal, azul profundo está en los azulejos del mosaico de vidrio en la piscina, y luego hay varios tonos de verde en los jardines y bosques que rodean el edificio. Los muros que definen cada habitación se extienden a lo largo de un extremo a otro del edificio, y sobresalen de la cubierta como “cuchillos verticales” – cada uno a una altura diferente –dando una idea de la disposición interna, pero no dejando claro lo que realmente sucede en el interior. La construcción es completamente ciega para quien se acerca a observar, sólo se abren a patios cerrados pequeños o al bosque adyacente.