Durante el año 2022, el estado de Nuevo León enfrentó la peor crisis hídrica de las últimas tres décadas. Los niveles de las reservas de las presas Cerro Prieto y La Boca descendieron hasta llegar a estar por debajo del 5% de su capacidad. La zona metropolitana de Monterrey solo disponía de 13,500 litros de agua por segundo, cuando el consumo regular diario es de 16,500 litros por segundo.

Para el mes de mayo muchos habitantes de la Zona Metropolitana de Monterrey pasaban días completos sin servicio, mientras tanto, Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey determinó que solamente habría abasto de agua durante seis horas diarias.

A pesar de los esfuerzos, medidas y partidas presupuestales, así como iniciativas empresariales e incluso a una mejora sostenible en el comportamiento natural de las lluvias durante 2023, la entidad norteña aún tiene un horizonte complejo en materia de insuficiencia hídrica.

Este escenario se percibe también en el nivel de abastecimiento de las principales presas, como la Presa El Cuchillo, que descendió al 4.52% de su capacidad (511 mil 244 millones de m³); el embalse de La Boca con 57.95% de su capacidad (22 mil 882 millones de m³) y Cerro Prieto al 13.79% (41 mil 357 millones de m³).

Por si fuera poco, el Estado cuenta con 15 mantos acuíferos, de los cuales 9 se encuentran en estado crítico y el resto sobreexplotados, debido en buena medida al reciente crecimiento exponencial de su población.

De acuerdo con cifras del Instituto para la Protección Ambiental de Nuevo León (IPA) se prevé que en 2030 sean 7.1 millones los habitantes en la entidad, quienes a su vez demandarán 40% más de agua, en una entidad, que tiene los promedios más bajos de consumo, 150 litros, un promedio muy por debajo de la media nacional, que es de 360 litros per cápita diarios por habitante.

Otro rubro que impacta de sobremanera el tema de la escasez, recae en el campo, ya que se estima que el uso agrícola que se le da al agua en el mundo es del 70%, mientras que en Nuevo León ronda el 76%, debido en buena medida a la falta de tecnología, apoyo e innovación en materia de captación, riego y distribución del recurso, lo que representa un área de oportunidad urgente, ya que se estima se desperdicia poco más del 36% del agua que recibe.

PROYECTO EMBLEMÁTICO: PRESA EL CUCHILLO II

Fue el pasado 16 de diciembre de 2023, cuando el Presidente de la República y el gobernador de Nuevo León, inauguraron el Acueducto El Cuchillo II, un proyecto que plantea aportar 5,000 litros por segundo de agua potable a la zona metropolitana de Monterrey.

Desde el 15 de mayo de 2022, se anunció el Plan Maestro para garantizar el agua de Nuevo León a corto y mediano plazo, en el que se contempló la construcción del Acueducto El Cuchillo II, mismo que aportará beneficios para la población, así como para las empresas que se contemplan instalar en la entidad.

El objetivo es solucionar la distribución de agua en el Estado ya que el beneficio será para 5.5 millones de habitantes aproximadamente, recordando que el 92% de la población de Nuevo León vive en esta zona metropolitana de Monterrey.

El acueducto El Cuchillo II tiene un diámetro de 2.13 metros y una longitud de 93 kilómetros desde China, Nuevo León, y consiste en bombear el agua hasta la Potabilizadora San Roque en el municipio de Juárez para abastecer al área metropolitana de Monterrey.

Su funcionamiento inicia con la Planta de bombeo cero (PB0), ubicada junto a la presa el Cuchillo, la cuál está soterrada a 22 metros de profundidad. Los primeros 5 metros son cubiertos con una placa de concreto armado, para que cuando el embalse esté en sus niveles mínimos, el acueducto pueda extraer agua sin la necesidad de instalar bombas flotantes.

Su sistema de bombeo está conformado por 5 plantas ubicadas a una distancia de entre 20 a 25 kilómetros una de la otra, cada planta cuenta con seis bombas, de las cuales 5 conducirán el agua desde la Presa El Cuchillo hasta la Potabilizadora San Roque, mientras que la bomba restante estará de respaldo por si llegara a fallar alguna.

La obra, realizada en dos fases, tuvo una inversión de 12,244 millones de pesos, monto Federal correspondiente de 6,543 millones de pesos y gasto estatal de 5,701 mdp.